El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), afirmó este jueves que “está dando resultados” la nueva política de Estados Unidos que incluye más de 20.000 visas humanitarias para migrantes de Venezuela, pero la deportación inmediata de quienes lleguen por tierra.
“Sí hay una actitud de parte del Gobierno de Estados Unidos distinta, eso de que se está permitiendo que haya un flujo ordenado de venezolanos que quieren estar en Estados Unidos y está dando resultados”, aseguró el mandatario en su rueda de prensa matutina.
Las nuevas medidas migratorias de Washington causan polémica desde su anuncio el 12 de octubre pasado porque, a pesar de incluir visas humanitarias para venezolanos con un patrocinador en Estados Unidos que lleguen en avión, contemplan la expulsión de quienes lleguen por tierra por la expansión del Título 42.
Desde entonces, han trascendido imágenes de venezolanos que duermen en las calles de la frontera norte de México, de cientos más que piden asilo en Ciudad de México y de otros más que deambulan en los estados del sur porque no saben si seguir su camino hacia Estados Unidos o volver a Venezuela.
Pero López Obrador aseguró que se “está notando” en México el resultado de la nueva política.
“Lo estamos notando aquí porque están haciendo sus trámites y ya hay un número importante que han obtenido o están por obtener sus visas temporales o sus permisos, que eso es lo que nosotros planteamos”, sostuvo.
El mandatario mexicano insistió en que Washington debe realizar “un plan de desarrollo para toda América” para aprovechar “su fuerza de trabajo, que es la mitad de lo que se necesita para crecer”.
“Primero que haya cooperación para el desarrollo, si hay crecimiento en todos los países de América, si hay trabajo, pues vamos a poder enfrentar el fenómeno migratorio porque la gente no abandona sus pueblos, a sus familias, por gusto, lo hace por necesidad”, argumentó.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) detuvo en el año fiscal de 2022 un número inédito de más de 2,76 millones de indocumentados, una cifra que incluye incrementos sustanciales en las capturas de cubanos y venezolanos.