América puede realizar aportes claves para la seguridad energética global en el contexto actual de riesgo que genera la guerra entre Rusia y Ucrania, informó el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)
El informe del IICA titulado “La importancia geopolítica del sector agropecuario en la seguridad energética” indica que el continente americano produce el 71% del total global de biocombustibles líquidos, los cuales cobran una importancia estratégica para sustituir parte de los consumos de petróleo y gas natural en el actual escenario internacional.
En el último mes se ha multiplicado en más de seis veces el precio del gas natural licuado (GNL), mientras se anticipa una escasez de oferta que agravará la situación debido a que Rusia es la gran abastecedora de gas natural a Europa, explicó el IICA.
Al mismo tiempo, Rusia es uno de los productores más importantes de petróleo del mundo, por lo que las sanciones de la comunidad internacional que prohíben la importación del combustible de ese país también generan graves consecuencias.
“Ante esta situación el sector agropecuario de las Américas puede jugar un rol clave, ya que es el continente agroexportador por excelencia, aportando a la seguridad alimentaria global e incluso a la seguridad energética. Estos dos objetivos no son contrapuestos, ya que la diversificación en el uso integral y eficiente de la biomasa para producir biocombustibles puede aumentar la eficiencia y la seguridad de los sistemas agroalimentarios”, señala el informe del IICA.
El documento, elaborado por el especialista en biocombustibles y bioenergías del IICA, Agustín Torroba, recuerda que los biocombustibles ya aportan a la matriz de combustibles líquidos mundial más de 150 millones de metros cúbicos, el 33% en formato de biodiesel y el 67% como bioetanol para mezclar o reemplazar gasolinas.
“El continente americano tiene un rol preponderante en la producción de bioetanol, ya que fabrica el 88% del total, mientras que es responsable del 36% del biodiesel”, detalla el informe.
Las materias primas para fabricar bioetanol son principalmente maíz y caña de azúcar, mientras que el biodiésel se hace con aceites de soja y palma.
La región de las Américas posee elevados saldos exportables de esas materias primas, con los que podría duplicar la producción mundial de bioetanol y aumentar la de biodiesel en un 80%, revela el documento.
“Hoy los biocombustibles líquidos producidos en las Américas representan el 22% del déficit de petróleo y derivados del continente, y los saldos exportables de materias primas permitirían, industrialización mediante, que representen el 53% del total”, añade la investigación.
El informe concluye que el continente tiene “un enorme potencial para ampliar su producción de biocombustibles y contribuir a lograr el objetivo de la seguridad energética”.
El documento señala que la industria de los biocombustibles ha comenzado a transitar un camino de madurez y competitividad que le ha permitido mejorar sensiblemente sus costos de producción en la última década y ser cada vez más competitivos en comparación con los combustibles fósiles.