El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, dio el puntapié inicial a las advertencias de los funcionarios de línea dura de que la histórica campaña de alzas de tasas de interés del Banco Central Europeo podría tener que prolongarse hasta el otoño.
“Como yo lo veo, todavía tenemos más terreno por recorrer”, dijo Nagel el viernes en un discurso. “Es posible que tengamos que seguir subiendo las tasas después de las vacaciones de verano [boreal]”.
Esta postura fue respaldada por los encargados de la política monetaria de Austria, Eslovenia y Lituania. El jefe del banco central belga, Pierre Wunsch, sugirió incluso que el endurecimiento monetario podría prolongarse más allá de setiembre.
Las declaraciones se produjeron un día después de que el BCE aumentara su tasa de depósito en un cuarto de punto, hasta el 3.5%, como se esperaba, y de que su presidenta, Christine Lagarde, calificara de “muy probable” otra subida en julio.
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Sin embargo, ahora la atención se centra en la reunión posterior a esa, en setiembre, sobre la que Lagarde no ha dicho nada. Aunque la mayoría de los analistas sigue esperando que el BCE haga una pausa después del aumento del próximo mes, los mercados descuentan una probabilidad de casi el 100% de otra subida más allá de esa fecha, impulsados por una ligera revisión al alza esta semana de las previsiones de inflación trimestral.
Los funcionarios del BCE prevén un duro debate el próximo mes sobre si será necesario un mayor endurecimiento monetario, según personas familiarizadas con su postura.
Aunque el aumento de los precios se ha moderado, Lagarde afirmó que las perspectivas de inflación —y de la economía de la zona euro, formada por 20 países, que entró en recesión durante el invierno— siguen siendo “muy inciertas”.
Los economistas, incluidos los de Goldman Sachs, están revisando al alza sus previsiones sobre las tasas. Goldman considera ahora que la tasa de depósito alcanzará el 4%, ya que las proyecciones de inflación más sólidas presentadas esta semana “apuntan a un obstáculo mayor para terminar el ciclo de alzas en julio”.
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Sin un retroceso del índice subyacente de precios, que excluye la energía y los alimentos, “existe efectivamente la posibilidad de que subamos en setiembre”, dijo Wunsch a los periodistas en Bruselas. “Si el subyacente se mantiene en el 5% anual en los próximos meses, entonces seguiremos subiendo incluso después de setiembre”.
El aumento de los precios subyacentes se moderó en mayo, hasta el 5.3%, según confirmaron el viernes datos actualizados de Eurostat. Sin embargo, sigue estando muy por encima del objetivo del 2%. La inflación general fue aún mayor, del 6.1%.
El Gobernador del banco central austriaco, Robert Holzmann, declaró el viernes que podría ser necesario un “ajuste” de las tasas en setiembre si se mantiene la tendencia actual de los precios al consumidor. Subrayó que la inflación subyacente es la medida clave que hay que vigilar.
El fuerte crecimiento de los precios en la zona euro exige más alzas del BCE y un “sesgo restrictivo” sostenido, según el Fondo Monetario Internacional. La tasa de depósito ya se ha elevado 400 puntos básicos desde el pasado mes de julio.
En una entrevista de radio el viernes, el esloveno Bostjan Vaslé dijo que es posible un aumento de tasas en setiembre, si la inflación no disminuye lo suficiente. Si resulta ser más persistente de lo que parece actualmente, “entonces, por supuesto, serán necesarias nuevas medidas de política monetaria”, dijo.
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