El gobierno alemán pretende imponer una tasa a todos los consumidores de gas para ayudar a los proveedores a hacer frente al rápido aumento de los precios de importación, según una propuesta vista por Reuters el viernes.
Se espera que la legislación sea aprobada por el Parlamento el 8 de julio, según fuentes del sector y del gobierno.
Un portavoz del Ministerio de Economía declinó hacer comentarios sobre la propuesta, pero dijo que la cartera estaba revisando regularmente los instrumentos existentes y si podían ser complementados.
Alemania se apresura a poner en marcha un mecanismo de emergencia antes del 11 de julio, fecha en la que diez días de mantenimiento programado en el gasoducto Nord Stream 1 procedente de Rusia interrumpirán completamente el flujo.
Los expertos advierten que la interrupción podría prolongarse, lo que agravaría la escasez de gas y haría subir aún más los precios.
Los costes adicionales de sustitución del gas procedente de Rusia se repartirán entre todos los clientes mediante un procedimiento “transparente y no discriminatorio” a través de Trading Hub Europe, una organización de operadores de redes de gas.
La tasa hará que el gas sea más caro para todos, en lugar de que la carga recaiga sólo en determinados hogares en función de quién sea su proveedor.
Si el Parlamento aprueba el plan, el gobierno podría introducir la tasa en lugar de una cláusula general de ajuste de precios que permitiría a los propios proveedores repercutir las subidas de precios a los clientes.
Los expertos consideran que la cláusula es injusta y legalmente impugnable. Dice que sólo se pueden repercutir los costes razonables, lo que permite muchas interpretaciones, dijo el abogado especializado en energía Peter Rosin, quien agregó que es cuestionable si los contratos que prometen a los consumidores precios fijos pueden ser revocados.
La propuesta de gravamen seguiría permitiendo al gobierno federal activar la cláusula general de ajuste de precios si se produce una “interrupción significativa” de las importaciones de gas.
La disminución del suministro de gas ruso está obligando a las compañías eléctricas de toda Europa a comprar gas a precios elevados.
Los expertos del sector estiman que los importadores de gas necesitan alrededor de 1,000 millones de euros (US$ 1,040 millones) a la semana para cubrir los costes adicionales derivados del aumento de los precios, una cantidad que la tasa propuesta podría financiar.