Alemania mantendrá dos de sus tres plantas de energía nuclear restantes en reserva en caso de que sean necesarias para compensar un déficit en la generación de electricidad este invierno, revirtiendo el cierre de las instalaciones, planificado desde hace mucho tiempo.
“Así podemos actuar en el peor de los casos”, dijo el ministro de Economía, Roberto Habeck, el lunes en un comunicado enviado por correo electrónico, y agregó que el Gobierno sigue “comprometido con retirarse de la energía nuclear”.
La coalición gobernante estuvo bajo una intensa presión para retrasar el paso final en la eliminación de las instalaciones nucleares del país después de que la invasión rusa de Ucrania provocó un aumento dramático en los precios de la energía. La situación se intensificó después de que la rusa Gazprom PJSC decidió no volver a encender el crucial gasoducto Nord Stream tras su mantenimiento, lo que plantea la posibilidad de un racionamiento de energía este invierno.
El Gobierno del canciller Olaf Scholz se apresura para asegurar el suministro de energía para la economía más grande de Europa mientras enfrenta un empeoramiento de la crisis de los costos de vida.
Scholz y los miembros de su alianza dieron a conocer el fin de semana un tercer paquete de ayuda, por un valor de € 65,000 millones (US$ 64,500 millones), para aliviar la carga de los hogares y las empresas.
El ministro de Finanzas, Christian Lindner, que encabeza el partido promercado Democrático Libre, presionó por la medida. Habeck y la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, ambos de Los Verdes, se mostraron mucho más reacios dada su oposición ideológica a la energía atómica.
EON SE y EnBW Energie Baden-Wurtemberg AG han dicho que están dispuestos a mantener sus dos plantas en funcionamiento, mientras que RWE AG se ha mostrado escéptico, citando obstáculos legales y técnicos “significativos”.
La energía nuclear representó el 6% de la generación de electricidad en Alemania en el primer trimestre, en comparación con más del 30% del carbón, el 13% del gas y casi la mitad de las energías renovables, incluidas la eólica y la solar, según datos de la Oficina Federal de Estadísticas publicados en junio.
Encuestas de opinión recientes sugieren un amplio apoyo público para posponer el cierre nuclear. Casi dos tercios respaldan la medida, según mostró una encuesta de Forschungsgruppe Wahlen para la emisora pública ZDF el mes pasado.
Habeck y Baerbock han citado los problemas recientes de Francia con sus reactores como evidencia de que la energía nuclear no es confiable y dicen que no es la respuesta a los problemas de suministro de Europa.
“El hecho de que algunas personas ahora presenten la energía nuclear como nuestro salvador y como la solución a todos los problemas también es ridículo”, dijo Habeck en una entrevista con Bloomberg el 28 de agosto.