La aerolínea Air France y el constructor aeronáutico Airbus se enfrentan hoy en juicio ante el Tribunal Correccional de París por “homicidio involuntario” debido al siniestro del vuelo AF447 en 2009, entre Río de Janeiro y París, en el que murieron sus 228 ocupantes.
El vuelo AF447 se perdió en la más absoluta oscuridad durante una tormenta ecuatorial en la ruta de Río de Janeiro a París el 1 de junio de 2009.
Tras dos años de búsqueda de las cajas negras del A330 mediante submarinos remotos, los investigadores descubrieron que los pilotos habían respondido de manera inadecuada a un problema relacionado con los sensores de velocidad congelados y se lanzaron en caída libre sin responder a las alertas.
Acusaciones a las empresas aéreas
Entre las 489 acusaciones particulares de este juicio que, se extenderá hasta el 8 de diciembre, figura Carl de Vivo, de 32 años, y su hermana, quienes perdieron a su madre el 1 de junio de 2009, hace 13 años.
“Lo que queremos es que Airbus y Air France acepten ser los culpables de este asunto, nuestro objetivo es mitigar un poco nuestro dolor, que reconozcan que no gestionaron de la manera correcta, que no hicieron las modificaciones (técnicas) necesarias (para evitar el accidente)”, contó a EFE De Vivo, minutos antes de la apertura del juicio.
Para el joven, quien perdió a su madre cuando era adolescente, no es una cuestión de indemnización, pues Air France ya les otorgó una, sino que el reconocimiento de la culpabilidad de ambas empresas les permitirá “avanzar”.
“Lo que siento hoy es un sentimiento de tristeza porque es un regreso a un pasado doloroso”, añadió De Vivo.
Sobre el juicio
El juicio, presidido por la magistrada Sylvie Daunis, llega 13 años después del accidente debido a un largo periodo de instrucción, terminado en 2019 con varios peritajes de por medio y que acabó por archivar la causa contra las dos multinacionales.
Los jueces instructores habían determinado entonces que la culpa del accidente respondía a una mala interpretación de la situación por parte de los pilotos y, por lo tanto, no procedía llevar a los tribunales a la aerolínea, propietaria del aparato estrellado, ni a su constructor.
Sin embargo, los recursos interpuestos por las familias y la Fiscalía francesa permitieron invalidar el archivo de la causa gracias a un dictamen del Tribunal de Apelación de París y sentar a Air France y Airbus en el banquillo de los acusados. Las dos empresas defenderán en el juicio su inocencia.
Asisten a la sesión de este lunes la directora general de Air France, Anne Rigali, y el CEO de Airbus, Guillaume Faury, quienes prevén hacer declaraciones a la prensa al término de la jornada.
De acuerdo con las conclusiones de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), el accidente del Airbus A330, ocurrido el 1 de junio de 2009 en pleno Atlántico, se dio después de que el hielo bloqueara las sondas de medición de la velocidad del avión, lo que hizo que los pilotos desconocieran ese dato cuando atravesaban una zona de turbulencias.
En ese momento no aplicaron el protocolo adecuado y elevaron la posición del aparato hasta que este perdió su horizontalidad, dejó de tener sustentación y se colocó en situación de caída libre a 1.150 kilómetros de las costas de Recife (Nordeste de Brasil).
Los pilotos creían que estaban ascendiendo cuando en realidad perdían altura.
La catástrofe provocó la muerte de 228 personas (216 pasajeros y 12 tripulantes) de 33 nacionalidades diferentes -entre ellos un bebé y siete niños-, de los que 73 eran franceses y 58 brasileños.
(Con información de EFE y Reuters)