Preparar una entrevista de trabajo es un proceso crucial para lograr que nuestra presentación sea efectiva y que podamos expresar nuestras habilidades y cualificaciones de manera convincente. Sin duda, uno de los aspectos más importantes de este proceso es anticipar las posibles preguntas que el reclutador podría hacernos. Esto nos permite elaborar respuestas que no solo sean convincentes, sino que también resalten nuestras competencias para el puesto que deseamos obtener. Sin embargo, hay un momento en la entrevista que a menudo se pasa por alto y que puede ser decisivo: la oportunidad de hacer preguntas al final de la entrevista.
La oportunidad dorada
Es común que, al finalizar la entrevista, el reclutador te pregunte si tienes alguna duda o pregunta. Este es un momento crucial que puede marcar la diferencia en el proceso de selección. Según Natalie Fisher, experta en Recursos Humanos y coach profesional, existe una pregunta perfecta para formular en este momento: “¿Qué tendría que hacer un nuevo empleado para sorprenderte?” Esta simple pregunta no solo muestra tu interés en el puesto, sino que también permite vislumbrar tu ambición y disposición para superar las expectativas.
La ambición detrás de la pregunta
Hacer esta pregunta indica que vas más allá de lo básico y que tu objetivo es superar los límites en tu desempeño futuro. Al formular una pregunta tan audaz, demuestras que tienes una personalidad intrépida, ya que no todos los candidatos se atreverían a cuestionar las expectativas de su posible jefe. Este tipo de preguntas pueden abrir la puerta a una conversación más profunda y significativa entre tú y el reclutador.
Generando un diálogo
Es muy probable que, tras plantear esta pregunta, el reclutador necesite un momento para reflexionar sobre su respuesta. Esto se debe a que, generalmente, no están acostumbrados a que se les formulen preguntas de esta naturaleza. Una vez que respondan, es probable que compartan información sobre los objetivos a corto y medio plazo de la empresa y cómo esperan que sus empleados contribuyan a alcanzarlos.
Aquí es donde puedes exprimir la pregunta a fondo. Si el reclutador menciona algún objetivo o meta específica, aprovecha la ocasión para hablar sobre logros similares que has alcanzado en empleos anteriores. Si no cuentas con experiencia en esa área, no dudes en mostrar interés y preguntar si alguien ha logrado previamente esa meta. Esta interacción no solo refuerza tu interés en el puesto, sino que también te permite construir una conexión más sólida con el reclutador.
Evaluando la compatibilidad
Además de ayudarte a destacar como candidato, esta pregunta puede ser determinante para evaluar si el trabajo es realmente adecuado para ti. La respuesta que recibas te permitirá identificar si los objetivos y metas de la empresa están alineados con tus propias expectativas. Si la respuesta no es de tu agrado o no compartes los mismos objetivos, puede ser una señal de que la relación laboral no funcionaría.
Es fundamental considerar si la empresa tiene expectativas realistas o si se marca objetivos demasiado exigentes para sus empleados. Si el reclutador muestra descontento ante la pregunta o no parece receptivo, esto podría indicar que la cultura laboral de la empresa no es la más adecuada para ti. Podrías encontrarte ante un entorno de trabajo más tradicional y poco creativo, donde el desarrollo profesional de los empleados no es una prioridad.