
Aunque pueda parecer sorprendente, hay ocasiones en las que cambiar el Social Security Number no solo es posible, sino conveniente. Cada vez más personas se plantean esta opción a raíz del aumento de fraudes y robos de información. Para muchos, ese número parece algo permanente, casi una parte inseparable de su identidad en Estados Unidos. Sin embargo, esa seguridad que damos por sentada puede no ser tan sólida como pensamos.
El SSN es esa secuencia de nueve dígitos que se usa en prácticamente todo: desde los impuestos con el IRS, hasta abrir una cuenta bancaria, solicitar crédito, iniciar un empleo o verificar identidad en agencias federales. Es un número que acompaña desde el nacimiento o desde que se obtiene residencia autorizada. Por eso la Social Security Administration (SSA) suele protegerlo con mucha rigurosidad, y cambiarlo no es algo que se apruebe a la ligera.

¿EN QUÉ CASOS ES POSIBLE CAMBIAR EL SSN?
Robo de identidad: el motivo más frecuente
He visto muchos casos en los que el robo de identidad deja a la persona sin control de su información. A veces los datos terminan en la dark web, otras veces se utilizan en fraudes financieros o estafas dirigidas a adultos mayores. Cuando la situación se vuelve tan grave que ya no se puede proteger el número original, la SSA permite solicitar uno nuevo para evitar daños mayores.
Cuando la seguridad personal está en riesgo
También existe la posibilidad de cambio cuando alguien está enfrentando acoso, abuso o teme por su vida. En situaciones donde la seguridad física se ve comprometida, tener un número de Seguro Social diferente ayuda a crear una nueva capa de protección. No soluciona todo, pero puede marcar una diferencia importante en la privacidad.
Objeciones religiosas o culturales
Aunque ocurre menos, la SSA también toma en cuenta objeciones religiosas o culturales vinculadas a los dígitos del SSN. No es tan común, pero está dentro de las bases legales que permiten un cambio, siempre que haya una explicación bien fundamentada.
Errores administrativos o números problemáticos
En ocasiones, el número asignado puede generar confusiones, por ejemplo, si es secuencial al de un familiar o si, por un error administrativo, dos personas terminaron con el mismo SSN. Estas situaciones, aunque raras, sí justifican una corrección oficial para evitar problemas en el historial laboral o financiero.
¿CÓMO ES EL PROCESO PARA SOLICITAR UN NUEVO SSN?
Aquí viene algo que muchas personas no esperan: este trámite no se hace en línea. La Social Security Administration exige una cita presencial en una oficina local. Para ubicarla, lo más fácil es ingresar a ssa.gov o llamar al 1-800-772-1213. Las personas con discapacidad auditiva pueden usar el número TTY 1-800-325-0778.
Documentos y pruebas que debes presentar
Durante la cita hay que llevar documentos originales o copias certificadas. La SSA pide evidencia sólida: reportes policiales, denuncias de fraude, pruebas de abuso o documentación que respalde objeciones religiosas. Además, se solicita el SSN actual, pruebas de ciudadanía o estatus migratorio válido para trabajar, y documentos de identidad adicionales. Es un proceso riguroso, pero tiene sentido considerando lo delicado que es cambiar un número tan importante.
EFECTOS SECUNDARIOS QUE DEBES CONSIDERAR
La SSA advierte claramente que cambiar el SSN tiene consecuencias. Puede afectar la comunicación con bancos, empleadores, agencias estatales y aseguradoras. Y algo que muchos desconocen: los historiales médicos, laborales y financieros siguen vinculados al número anterior, incluso si cambias de nombre. Por eso insisten en que es una decisión que no debe tomarse a la ligera.







