
En medio de tantos titulares sobre el aumento del costo de vida, surgen medidas que podrían marcar una verdadera diferencia para quienes manejan un presupuesto limitado. Si vives en Nueva York—o conoces a una persona mayor que sea dueña de su hogar— te interesará saber que un cambio reciente promete ofrecer un alivio, pequeño pero significativo, en los impuestos.
En las últimas semanas, muchos adultos mayores con ingresos fijos sienten que cada factura pesa el doble, en especial cuando se trata del impuesto predial. Por eso, una nueva ley estatal firmada por la gobernadora Kathy Hochul ha generado tanto interés. No es una solución mágica, pero sí una medida concreta que podría poner hasta US$300 adicionales en el bolsillo de quienes cumplan los requisitos.

UNA NUEVA LEY QUE AMPLÍA EL ALIVIO FISCAL
Desde que se aprobó la ley S5175A/A3698A, los gobiernos locales de Nueva York tienen la posibilidad de ofrecer una exención más amplia del impuesto predial para adultos mayores propietarios. Antes, la reducción máxima rondaba el 50% del valor catastral, pero ahora cada municipio puede elevar ese beneficio hasta un 65%.
Esto significa que, si la localidad decide adoptar ese margen, una mayor parte del valor de la vivienda quedaría libre de impuestos, algo que se traduce en una factura anual más baja. Y es ahí donde entra el alivio de hasta US$300 que muchos podrían sentir.
¿QUIÉNES PODRÍAN RECIBIR ESTE BENEFICIO?
No todos lo recibirán automáticamente. Cada condado, ciudad o municipio definirá los límites de ingresos para determinar quién califica. Pero en general, el beneficio está dirigido a:
- Adultos mayores propietarios de vivienda, generalmente a partir de los 65 años.
- Personas con ingresos fijos o limitados que entren dentro de los parámetros de su localidad.
- Residentes que utilizan su vivienda como residencia principal.
Para muchos, especialmente quienes dependen de la jubilación o de una pensión estatal o federal, esto podría representar un apoyo muy significativo.
¿POR QUÉ ESTE CAMBIO PUEDE MARCAR UNA DIFERENCIA?
La gobernadora Kathy Hochul dijo algo que muchos sienten en carne propia: “ninguna persona mayor debería perder su hogar por no poder pagar los impuestos sobre la propiedad”. Y es cierto. Para quienes viven hace décadas en la misma comunidad, la estabilidad no es solo económica, sino también emocional.
Además, esto forma parte de un paquete más amplio de medidas enfocadas en la asequibilidad, que incluye recortes de impuestos para la clase media y programas adicionales para residentes con ingresos fijos en el estado de Nueva York.

UN PROBLEMA QUE AFECTA A 1.8 MILLONES DE ADULTOS MAYORES
En todo el estado, más de 1.8 millones de adultos mayores son propietarios de sus viviendas. Y según el director interino de la Oficina para el Envejecimiento del Estado de Nueva York (NYSOFA), Greg Olsen, los impuestos sobre la propiedad suelen ser la mayor carga para este grupo.
Esto explica por qué legisladores como el senador estatal Leroy Comrie y el asambleísta David Weprin han insistido en que esta ley ayudará a que los residentes de larga data puedan seguir viviendo en los vecindarios donde han formado su vida.






