La soledad se ha convertido en una epidemia silenciosa en un mundo cada vez más conectado digitalmente pero más aislado socialmente. La soledad extrema, también conocida como “hikikomori”, es una realidad para muchas personas, especialmente en Japón, y tiene un impacto negativo en su bienestar mental y físico. Un hombre ha encontrado una forma curiosa de resolver este problema y, al mismo tiempo, ganarse la vida en medio de esta crisis. Shoji Morimoto, también conocido como “el hombre que no hace nada”, ha convertido la soledad en su negocio, generando ingresos anuales de US$80.000 solo por “no hacer nada”.
¿Quién es Shoji Morimoto y cómo comenzó su negocio?
Shoji Morimoto, un hombre de 40 años originario de Tokio, Japón, comenzó su negocio en 2018 con una idea muy simple: alquilarse a sí mismo para acompañar a personas solitarias. Lo curioso de su oferta es que no se requiere que haga ninguna actividad especial. No necesita conversar, entretener o realizar tareas complicadas. Su trabajo es simplemente estar allí, proporcionando una presencia humana que ayuda a combatir la soledad.
Morimoto cobra alrededor de US$100 por sesión, que suele durar entre dos y tres horas. Aunque puede parecer una cantidad considerable por un servicio tan básico, ha logrado atraer a más de 1.000 clientes, tanto locales como extranjeros, incluyendo personas de los Estados Unidos. Su trabajo es una respuesta directa a la prevalencia del síndrome de hikikomori, un fenómeno que afecta a millones de personas en Japón y otras partes del mundo.
¿Qué es el hikikomori?
El hikikomori, también conocido como “reclusión social extrema”, es una condición que lleva a las personas a aislarse casi por completo de la sociedad. Este síndrome afecta principalmente a jóvenes y adultos que se sienten incapaces de participar en la vida social normal, ya sea debido a la ansiedad, el estrés o la presión social. Un estudio realizado en 2023 por investigadores de psicología clínica en los Países Bajos catalogó el hikikomori como un “fenómeno global”, que puede obstaculizar seriamente el crecimiento mental, social y emocional de quienes lo padecen.
Además de sus efectos psicológicos, la soledad prolongada también puede tener graves consecuencias físicas. Un informe de la Universidad de Kyushu en Japón reveló que la soledad crónica puede incluso reducir el tamaño del cerebro, además de estar vinculada a un aumento en el riesgo de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y síntomas depresivos.
El curioso trabajo de Morimoto
La propuesta de Shoji Morimoto es simple: acompañar a quienes lo contratan en cualquier actividad, sin juzgar y sin involucrarse emocionalmente. No importa cuán inusuales o extrañas sean las solicitudes, Morimoto siempre está dispuesto a acompañar a sus clientes, aunque nunca establece una verdadera amistad con ellos. “Nunca seré amigo de las personas que me contratan”, afirmó Morimoto en una entrevista con el youtuber Drew Binsky. A través de un traductor, Morimoto explicó que, aunque disfruta de su trabajo, siempre mantiene una distancia profesional.
Morimoto ha compartido varias anécdotas curiosas sobre las actividades en las que ha participado. En su libro titulado “La persona de alquiler que no hace nada”, relata una ocasión en la que fue contratado por una mujer para observarla mientras espiaba los perfiles de citas en línea de su esposo. En otra ocasión, fue contratado para ver cómo una mujer comía trozos de papel, lo que él describió como “algo muy gracioso”. Estas experiencias, aunque a veces extrañas, revelan una verdad profunda: muchas personas simplemente necesitan la presencia de alguien que no las juzgue.
Más que un trabajo: un fenómeno social
Lo que comenzó como una simple idea se ha convertido en un fenómeno cultural y social en Japón. El éxito de Morimoto no es solo financiero, sino que también ha encontrado una forma de contribuir a la lucha contra la soledad extrema. A pesar de que gana alrededor de US$80.000 al año, Morimoto asegura que lo que más valora es la falta de estrés en su vida laboral. “Estoy muy feliz”, comentó en una entrevista. Su trabajo le permite ayudar a los demás sin involucrarse emocionalmente, lo que ha resultado en una carrera inusual pero satisfactoria.
En 2024, Morimoto expandió su negocio al lanzar un nuevo servicio llamado “Personas que no alquilan nada”. Este servicio está dirigido a personas que no quieren pagar por compañía, pero que aún desean tener a alguien que los acompañe en tareas como hacer compras o jugar videojuegos. En lugar de una tarifa fija, los clientes solo cubren los gastos de transporte y comida de Morimoto, lo que hace que el servicio sea accesible para más personas.