Muchos piensan que tener el colchón más caro les permitirá conciliar el sueño rápidamente y, por ende, podrán descansar mejor. Sin embargo, esto no siempre pasa y uno, al darse cuenta de ello, llega a sentirse estafado. Te cuento esto porque en vez de pensar en gastar tanto en ese producto, podrías animarte a dormir en el suelo de vez en cuando. Y es que esa práctica tiene grandes beneficios. Y no solo lo digo yo. Ojo con eso. Lee este artículo hasta el final y te enterarás de todos los detalles.
Katy Bowman es una científica biomecánica que ha escrito varios libros sobre el alivio del dolor y la correcta alineación del cuerpo. De acuerdo al medio Men’s Health, ella considera que “llevamos una vida excesivamente acolchada”. Y es que “nos sentamos en sillas en el trabajo, en sofás delante de la tele y dormimos en gruesos colchones por la noche”. Todo ello, a su entender, nos hace blandos.
La experta, siempre según el citado medio, considera que los colchones de espuma viscoelástica, que son muy caros, limitan el movimiento. “Te encierran en una posición. Esto impide los giros naturales que experimenta el cuerpo durante la noche. Los dolores y molestias que sufre la mayoría de la gente al despertarse se deben a no haberse movido durante horas”, aseveró. Es por eso que recomienda dormir en el suelo. De hecho ella lo hace desde hace años, por lo que sabe que esa práctica tiene beneficios, los cuales te mencionaré a continuación.
Esta imagen muestra a una mujer durmiendo en el piso. (Foto: freepik)
Los grandes beneficios de dormir en el suelo
Katy Bowman no tuvo problema alguno en decir que dormir en el suelo es algo muy positivo para nuestro cuerpo. “Dormirás mejor, tendrás un sueño más profundo y te despertarás sintiéndote bien”, recalcó la científica biomecánica.
“Durmiendo sin colchón, fortaleces pequeños músculos que se desarrollan con el tiempo. Ejerces presión sobre las partes del cuerpo. Es como un masaje durante toda la noche”, agregó después la experta, quien considera la práctica como un “descanso dinámico”.
