El diario británico The Sunday Times ha generado polémica al publicar una investigación sobre el origen de la pandemia de COVID-19. Si bien han pasado tres años desde el inicio de esta enfermedad, mucho se ha especulado sobre su origen.
Así, la investigación periodística ha concluido que el virus se originó en el Instituto de Virología de la ciudad de Wuhan, en China, y no en el mercado mayorista de Wuhan, de acuerdo a la información del propio país.
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Estudios previos
De acuerdo al diario, el equipo de científicos de Wuhan estuvo trabajando junto al ejército chino en un proyecto secreto en el que se combinaba tipos de coronavirus.
La finalidad era tener la cura antes que esta enfermedad se propague, pues el país que pueda vacunar a sus habitantes, podría cambiar el equilibrio mundial.
Si bien dicho recinto es considerada una institución civil, Estados Unidos señala que ha colaborado en publicaciones y proyectos secretos de China, así lo mencionaron investigadores del Departamento de Estado de EE.UU. en un documento.
En el año 2015, la Academia Militar de China publicó un libro en el que se señala que los virus SARS pueden abrir una “nueva era de armas genéticas”, pues estas podrían ser “manipuladas artificialmente en un virus de una enfermedad emergente”.
Todo bajo llave
El periódico británico también detalla que en el instituto tenía estudios sobre los virus SARS desde el 2003 y hasta lograron que el gobierno estadounidense les apoye benéficamente.
Al inicio, los descubrimientos eran público y estos se obtenían de las cuevas de murciélagos. Sin embargo, en el 2016 encontrarían un nuevo tipo de coronavirus en una mina de cobre en la provincia de Yunnan (China).
El diario sostiene que personas del lugar fallecieron con síntomas similares al del coronavirus. No obstante, los científicos solo tomaron las pruebas de las víctimas mortales y no mortales. Ahí el estudio se volvió clasificado.
Los investigadores de EE.UU. creen que buscaban hacer que dichas muestras infecten a más personas.
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Científicos enfermos
The Sunday Times detalla que hay evidencia que científicos de dicho instituto se enfermaron con síntomas parecidos al coronavirus en la segunda semana de noviembre del 2019. Ellos fueron llevados al hospital e inició la pandemia.
A dichos datos, se suma que los documentos refieren a un brote inicial en las cercanías del laboratorio y no del mercado mayorista de Wuhan, como se especulaba.
“Entrevisté a científicos de Asia que mantienen estrechas relaciones con el Instituto de Virología de Wuhan (...) dijeron que es su creencia que había investigación de vacunas en curso en el otoño de 2019, pertinente a la vacunación COVID-19″, comentó uno de ellos.
El científico militar Zhou Yusen presentó una patente para la vacuna contra el COVID-19 en febrero del 2020. Sin embargo, en mayo del mismo año murió al caer del techo del Instituto de Virología de Wuhan.
Finalmente, muchos científicos que han tratado de investigar el origen de esta enfermedad han denunciado ser vigilados por las autoridades. Tal como la experta en murciélagos y profesora de la Academia China de Ciencias, Alice Hughes, quien señaló que le empezaron a prohibir hablar en público al intentar buscar la causa del coronavirus.
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