“La víctima invisible: El caso Eliza Samudio” es el título del nuevo documental de Netflix, que llegará a la plataforma el jueves 26 de septiembre. Este impactante filme explora uno de los crímenes más horrendos y conocidos de la historia reciente de Brasil: la desaparición y asesinato de Eliza Samudio, una joven modelo que en 2010 fue cruelmente asesinada, en un caso que conmocionó al país debido a la participación de un célebre futbolista.
El documental no solo explora los detalles del atroz crimen, sino también las circunstancias que llevaron a la tragedia, enfocándose en la lucha de Eliza por ser reconocida como madre y en la violencia de género que padeció. Si te interesa conocer la historia real detrás de este mediático caso, aquí te contamos todos los detalles y lo que puedes esperar de esta estremecedora producción de Netflix.
LO QUE DEBES SABER SOBRE ELIZA SAMUDIO
Eliza Samudio era una joven modelo brasileña que había tenido una relación con Bruno Fernandes, el famoso arquero del club Flamengo.
En 2009, Eliza quedó embarazada y aseguró que Bruno era el padre de su hijo. Esto generó tensiones, ya que Bruno se negó a reconocer al niño y, según investigaciones posteriores, intentó presionarla para que abortara.
EL CRIMEN
En junio de 2010, Eliza desapareció bajo circunstancias sospechosas. Las investigaciones revelaron que fue secuestrada, torturada y asesinada. Su cuerpo nunca fue encontrado, pero se cree que fue desmembrada y, según el testimonio de un cómplice, los restos fueron dados como alimento a perros. Las autoridades reconstruyeron los hechos basándose en confesiones y testimonios de personas involucradas.
LOS INVOLUCRADOS
Bruno Fernandes fue señalado como el autor intelectual del crimen. Se descubrió que había orquestado el secuestro de Eliza con la ayuda de amigos y su empleado, Luiz Henrique Romão, alias “Macarrão”. El objetivo era silenciarla y evitar que reclamara la paternidad del hijo que tuvo con Bruno. Otros cómplices también participaron en el asesinato.
LA CONDENA
En 2013, Bruno Fernandes fue condenado a 22 años y 3 meses de prisión por homicidio, secuestro y ocultación de cadáver. Su cómplice, Luiz Henrique Romão, también recibió una condena por su participación en el crimen. A pesar de la gravedad del caso, en 2019, Bruno fue liberado bajo un régimen semiabierto, lo que generó gran controversia en Brasil.