Vida laboral | En el entorno laboral actual mantener una alimentación equilibrada puede ser un desafío. (Pexels)
Vida laboral | En el entorno laboral actual mantener una alimentación equilibrada puede ser un desafío. (Pexels)

En la vida laboral moderna, mantenerse saludable puede ser un desafío constante. El ritmo acelerado del trabajo, las largas horas frente al ordenador y las reuniones interminables pueden influir negativamente en nuestros hábitos alimenticios. Sin embargo, incorporar una alimentación saludable en nuestra rutina laboral no solo es posible, sino que también puede mejorar nuestro rendimiento y bienestar general. A continuación en Gestión Mix, exploraremos 5 trucos efectivos para comer más saludable en el trabajo y cómo implementarlos en nuestra jornada diaria.

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Cómo comer saludable en el trabajo

Implementar estos cinco trucos para comer más saludable en el trabajo puede transformar tus hábitos alimenticios y contribuir significativamente a tu bienestar general.

1. Planificación y preparación de comidas

Hacer un plan semanal. La planificación es clave para mantener una alimentación saludable, especialmente cuando trabajamos. Dedicar unos minutos al inicio de la semana para planificar nuestras comidas puede hacer una gran diferencia. Elaborar un menú semanal nos permite evitar decisiones apresuradas durante el día y garantiza que tengamos opciones saludables disponibles en todo momento.

Preparar comidas con anticipación. La preparación anticipada de comidas, o meal prep, es una estrategia eficaz para evitar caer en tentaciones poco saludables. Cocinar grandes cantidades de comida sana durante el fin de semana y almacenarlas en porciones individuales facilita la elección de opciones nutritivas durante la semana. Puedes preparar ensaladas, tazones de granos y proteínas, o incluso sopas y guisos que se mantienen bien en el refrigerador.

2. Mantén snacks saludables a mano

Elegir snacks nutritivos. En el entorno laboral, es común sentir hambre entre comidas. En lugar de recurrir a opciones procesadas como galletas o papas fritas, es importante tener a mano snacks saludables. Opta por frutas frescas, nueces, semillas, yogur griego o palitos de verduras con hummus. Estos snacks no solo son más nutritivos, sino que también ayudan a mantener estables los niveles de energía y concentración.

Preparar bolsitas de snack. Para facilitar el acceso a snacks saludables, prepara pequeñas bolsitas con porciones controladas de frutos secos, frutas deshidratadas o mezclas de semillas. Tener estas bolsitas listas en tu escritorio o en tu bolsa de trabajo te ayudará a resistir la tentación de opciones menos saludables y a mantenerte saciado entre comidas.

3. Hidratación adecuada

Beber agua regularmente. La hidratación es fundamental para una buena salud y rendimiento en el trabajo. A menudo, la sed se confunde con hambre, lo que puede llevar a comer en exceso. Mantén una botella de agua en tu escritorio y establece recordatorios para beber agua regularmente a lo largo del día. Esto no solo te ayudará a mantenerte hidratado, sino que también puede mejorar tu concentración y reducir la fatiga.

Alternativas saludables a bebidas azucaradas. Evita las bebidas azucaradas y opta por alternativas más saludables como agua con limón, infusiones de hierbas o agua de coco. Estas opciones no solo son más nutritivas, sino que también pueden ayudar a mantenerte hidratado sin las calorías vacías que aportan las bebidas azucaradas.

4. Hacer elecciones saludables en comidas fuera de casa

Elegir restaurantes con opciones saludables. Si tu trabajo implica comer fuera de casa con frecuencia, selecciona restaurantes que ofrezcan opciones saludables. Busca menús que incluyan ensaladas, platos a la parrilla o al vapor, y evita frituras y salsas cremosas. Muchas aplicaciones y sitios web ofrecen reseñas y menús que pueden ayudarte a tomar decisiones informadas sobre dónde comer.

Personalizar tus pedidos. Cuando pidas comida para llevar, no dudes en personalizar tu pedido para que sea más saludable. Puedes solicitar que te sirvan las salsas aparte, elegir opciones de acompañamiento como vegetales en lugar de papas fritas y pedir que el plato se cocine sin aceite adicional. Esta personalización te permitirá disfrutar de tus comidas favoritas sin comprometer tus objetivos de salud.

5. Practicar la moderación y el control de porciones

Escuchar a tu cuerpo. La moderación es clave para una alimentación saludable. Aprende a escuchar las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo. Comer despacio y disfrutar de cada bocado puede ayudarte a reconocer cuándo estás satisfecho, evitando así el exceso de comida. Presta atención a cómo te sientes durante y después de comer para ajustar tus porciones y elecciones alimenticias.

Usar platos más pequeños. Una técnica sencilla para controlar las porciones es usar platos más pequeños. Esto puede ayudar a reducir la cantidad de comida que consumes sin sentirte privado. Además, servirte en platos más pequeños puede contribuir a una sensación de satisfacción visual y emocional con menos comida.

SOBRE EL AUTOR

Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.