
A veces uno empieza a ver algo en Netflix sin esperar gran cosa, y de repente se encuentra pegado a la pantalla. Eso mismo podría pasarte con esta producción francesa que, a primera vista, parece una comedia juvenil ligera sobre un golpe de suerte… hasta que se convierte en una espiral de malas decisiones, despilfarro y consecuencias fuera de control. La típica historia de “ganar la lotería” aquí se reinventa con un detalle clave: los afortunados no son adultos responsables, sino adolescentes.
Y no cualquier grupo de adolescentes: son jóvenes de 17 años que crecen en Marsella, algunos atrapados en hogares rotos, otros con sueños que ya parecen inalcanzables, y ninguno con la madurez para manejar una fortuna de 17 millones de euros. Porque, seamos sinceros: si a los 40 cuesta mantener la cabeza fría con tanto dinero, imagina a esa edad en la que tus mayores gastos eran un refresco y unas papas fritas.
Desde el primer capítulo, la serie pisa el acelerador. El caos llega rápido: yates anclados en la costa, armarios repletos de ropa de lujo, coches rentados con dudosa procedencia y una inquietud persistente: “¿qué podría salir mal?”. La respuesta es fácil: todo. Y aunque recuerda a esos casos reales de ganadores de premios millonarios que acaban arruinados, aquí se suma un matiz emocional inesperado: bajo la superficie divertida y colorida, late una historia con bastante tragedia, mucha humanidad y un desorden emocional que solo la juventud puede potenciar.
Todo eso y más es lo que ofrece “Jóvenes y millonarios”, una nueva serie de comedia dramática francesa disponible en Netflix que pone sobre la mesa el gran dilema de tenerlo todo demasiado pronto y no tener idea de qué hacer con ello.

¿DE QUÉ TRATA LA SERIE?
“Jóvenes y millonarios” (título original: “Young Millionaires”) es una comedia dramática con tintes de thriller que sigue a cuatro amigos adolescentes —David, Samia, Jess y Léo— quienes, por un golpe de suerte, ganan 17 millones de euros en la lotería. Pero hay un problema: tienen solo 17 años, así que legalmente no pueden cobrar el premio. A partir de ahí comienza una espiral de mentiras, traiciones, decisiones cuestionables y situaciones cada vez más peligrosas mientras intentan encontrar la manera de hacerse con el dinero.
El creador de la serie, Igor Gotesman, construye un relato que mezcla humor con crítica social. Se mete con fuerza en temas como la madurez emocional, la desigualdad económica, la identidad cultural y la fragilidad de las relaciones humanas cuando el dinero entra en juego. Y lo hace con una puesta en escena vibrante desde Marsella, con personajes muy bien definidos y un ritmo narrativo que no te deja respirar.
ACTORES Y PERSONAJES
- Abraham Wapler como David: un joven judío criado en un hogar de acogida, inteligente pero impulsivo, con heridas emocionales que lo llevan a tomar decisiones imprudentes.
- Malou Khebizi como Samia: futbolista talentosa con aspiraciones profesionales, cuya carrera se ve amenazada por problemas físicos y un entorno poco favorable.
- Sara Gançarski como Jess: la más práctica del grupo, vive con su madre en una situación precaria y se ve obligada a tomar el liderazgo cuando todo se sale de control.
- Calixte Broisin-Doutaz como Léo: buen chico, idealista y enamorado de Samia; su inocencia lo convierte en el más vulnerable del grupo.
- Jeanne Boudier como Victoire: una chica enigmática que cumple 18 años justo a tiempo para que los chicos le pidan un favor legal (y riesgoso).
- Stéphan Wojtowicz como Sr. Pivot: el profesor al que los adolescentes recurren para cobrar el billete. Aparentemente confiable… pero nada es lo que parece.
- Florian Lesieur como Tom: hermano de Léo, torpe y egoísta, que entra en escena para desestabilizar aún más la situación.
¿CÓMO VER LA SERIE?
“Jóvenes y millonarios” está disponible exclusivamente en Netflix, y como ya es costumbre con las producciones europeas que llegan a la plataforma, cuenta con doblaje en inglés, subtítulos y la opción de verla en su idioma original (francés), que personalmente te recomiendo para disfrutar de la autenticidad de los diálogos y el sabor local de Marsella.
La serie tiene una duración manejable, con episodios de unos 30 minutos, lo que la hace perfecta para maratonear un fin de semana. Hasta ahora, la primera temporada consta de varios capítulos que dejan suficientes cabos sueltos como para anticipar una segunda entrega. Y créeme, después del final, te vas a quedar con ganas de más.

¿ES RECOMENDABLE VER “JÓVENES Y MILLONARIOS”?
Sin rodeos: sí. Aunque la serie tiene momentos caóticos y situaciones que te harán decir “¡no puede ser tan tonto!”, justamente ahí está su encanto. No es una comedia para reírte a carcajadas ni un drama oscuro y profundo. Es un híbrido muy bien logrado que refleja con acierto los dilemas de crecer demasiado rápido en un mundo donde el dinero lo cambia todo… pero no siempre para bien.
Lo que más me gustó es que, detrás del humor, hay una crítica real a cómo la sociedad y el sistema legal dejan a los jóvenes sin herramientas para lidiar con situaciones extraordinarias. Y claro, ver cómo cada decisión los mete en más problemas te mantiene pegado a la pantalla. Si te gustaron series como “The Syndicate”, “Windfall” o incluso “My Name Is Earl”, probablemente disfrutes esta propuesta fresca y atrevida.
Sin embargo, si lo que buscas dista muchísimo de una comedia media tonta, lo mejor es que no pierdas el tiempo, pues, como te habrás dado cuenta a lo largo de este artículo, la producción francesa toca temas y metidas de pata que solo se salen de allí con cosas más disparatadas o estrategias bien pensadas.
