Las largas jornadas laborales pueden afectar a la salud mental y a las relaciones personales. (Pexels)
Las largas jornadas laborales pueden afectar a la salud mental y a las relaciones personales. (Pexels)

En la actualidad, el equilibrio entre la vida laboral y personal se ha vuelto cada vez más difícil de mantener. El auge de la tecnología y la conectividad constante ha difuminado las fronteras entre el trabajo y el hogar, haciendo que muchos se sientan atrapados en una rutina agotadora. Si te preguntas si el trabajo está tomando el control de tu vida y temes que puedas estar en riesgo de un burnout, aquí en Gestión Mix te presentamos tres señales clave a las que debes prestar atención y consejos sobre cómo evitar que sea demasiado tarde.

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Señales de que tu trabajo se está apoderando de tu vida

Laura Leuillier, asesora profesional, advierte sobre las señales de que el trabajo está tomando el control de nuestras vidas y ofrece estrategias para evitar el burnout, conocido como síndrome del trabajador quemado. A continuación, exploraremos las tres señales clave que indican que el trabajo puede estar dominando tu vida y cómo puedes tomar medidas para recuperarla.

1. Revisar los correos electrónicos del trabajo a primera y última hora

Una de las primeras señales de que el trabajo está infiltrándose en todos los aspectos de tu vida es el hábito de revisar los correos electrónicos laborales tanto al despertar como antes de dormir. Según comentó Leuillier a , este comportamiento es “poco saludable” y puede tener un impacto negativo en la calidad de tu sueño. Cuando empiezas y terminas el día con mensajes de trabajo, no solo afectas tu descanso, sino que también mantienes tu mente en un estado constante de alerta, lo que puede contribuir al agotamiento.

Leuillier sugiere que establecer límites claros puede ayudar a mitigar este problema. Por ejemplo, podrías optar por no revisar el correo electrónico después de cierta hora o aprender a decir no a las tareas que no puedes abordar en el momento. En lugar de buscar un equilibrio estricto entre trabajo y vida personal, que puede ser “demasiado simplista”, podrías adoptar un enfoque más flexible. Esto podría incluir ajustar tu horario laboral para poder atender responsabilidades personales, como recoger a tus hijos del colegio, y retomar el trabajo más tarde si es necesario.

2. Trabajar muchas horas

Otro signo evidente de que el trabajo está dominando tu vida es el aumento constante de las horas laborales. Aunque realizar múltiples tareas simultáneamente puede parecer una forma efectiva de ser productivo, en realidad, puede resultar “contraproducente”. Leuillier recomienda centrarse en una sola tarea a la vez para mejorar tu eficiencia.

Eliminar distracciones y concentrarte en una actividad te permite trabajar de manera más eficaz y terminar tus tareas más rápido, lo que puede reducir el tiempo total que dedicas al trabajo. La clave es gestionar tu tiempo de manera inteligente, no simplemente alargar las horas de trabajo.

3. El trabajo domina las conversaciones en casa

Finalmente, si notas que el trabajo ocupa la mayor parte de tus pensamientos y conversaciones en tu vida personal, es una señal de que puede estar tomando el control de tu vida. Leuillier reconoce al que equilibrar un puesto de alta responsabilidad con la vida personal puede ser un desafío, pero es preocupante cuando el trabajo es el único tema de conversación, incluso en momentos de descanso, como los fines de semana.

Es fundamental tomar un paso atrás y reflexionar sobre el impacto del trabajo en tu vida. Puede ser útil considerar que los problemas laborales no son tan abrumadores como parecen y que es posible encontrar un equilibrio saludable. Dedica tiempo a actividades que te brinden alegría y propósito, y asegúrate de programar momentos para cuidar de tu bienestar personal. Recordar que preocuparse por uno mismo no significa que no te importe tu carrera, sino que es esencial para mantener un desempeño efectivo en el trabajo y una vida personal satisfactoria.

SOBRE EL AUTOR

Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.