Un temblor de magnitud 4,4 sacudió el sur de California el lunes por la tarde, provocando temblores en toda la región. El seísmo, inicialmente registrado como de magnitud 4,7, tuvo su epicentro cerca de Highland Park, a las afueras de Los Ángeles. Con una profundidad de 12.1 kilómetros, el movimiento telúrico se sintió en toda la zona, desde el oeste hasta el Inland Empire.
El Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD, por sus siglas en inglés) puso en marcha inmediatamente su protocolo de respuesta ante terremotos, realizando inspecciones exhaustivas de todas las estaciones de bomberos y las zonas circundantes en busca de posibles daños. Las sacudidas fueron notablemente fuertes en varias partes de la ciudad, lo que provocó una preocupación generalizada entre los residentes.
El Servicio Geológico de EE.UU. (USGS) reportó de un elevado número de “informes percibidos” por residentes de todo el sur de California, lo que indica el importante impacto del seísmo en la región. Aunque no se informó inmediatamente de daños o lesiones importantes, el incidente sirve como recordatorio de la actividad sísmica de la región y de la importancia de la preparación ante los terremotos.