Como ocurre todos los 30 de agosto, los limeños arrojan sus cartas al pozo de Santa Rosa de Lima. (Andina)
Como ocurre todos los 30 de agosto, los limeños arrojan sus cartas al pozo de Santa Rosa de Lima. (Andina)

En todo el continente, se celebra la festividad de Santa Rosa de Lima, que se considera el patrón de América. Su herencia se ha convertido en un símbolo de devoción y fe que trasciende los límites religiosos y culturales. Uno de los rituales más antiguos en su honor en el Santuario de Santa Rosa en el centro de Lima es depositar cartas con peticiones en el famoso “pozo de los deseos” el 30 de agosto. Esta costumbre, que tiene una historia de varios siglos, ha cambiado con el tiempo para adaptarse a las nuevas tecnologías y mantener viva la esperanza de miles de fieles.

Un pozo de historia y fe

El pozo de los deseos es mucho más que un simple agujero en la tierra. Es un lugar cargado de historia y espiritualidad, donde se entrelazan la fe, la tradición y la esperanza. Según la leyenda, Santa Rosa, en su juventud, arrojó a este pozo la llave de una cadena que llevaba como penitencia, pidiendo a Dios que abriera el candado de sus sufrimientos. Desde entonces, el pozo se convirtió en un símbolo de fe y esperanza, un lugar donde los fieles depositan sus súplicas y anhelos.

En el día de Santa Rosa de Lima , cientos de ciudadanos llegan a la iglesia desde temprano para depositar sus cartas. (César Grados/@photo.gec)
En el día de Santa Rosa de Lima , cientos de ciudadanos llegan a la iglesia desde temprano para depositar sus cartas. (César Grados/@photo.gec)

Fray Luis Ramírez, director del Santuario de Santa Rosa, afirmó a Gestión que esta tradición se remonta a varios siglos atrás y podría ser considerada como Patrimonio Inmaterial de la Nación. Cada 30 de agosto, día de Santa Rosa, miles de peregrinos acuden al santuario para depositar sus cartas en el pozo.

La evolución de una tradición

Con el paso del tiempo, la tradición del pozo de los deseos ha evolucionado. La irrupción de las nuevas tecnologías ha permitido que los fieles puedan expresar sus peticiones de una manera más accesible. Durante la pandemia, por ejemplo, se implementó un sistema de envío de cartas por correo electrónico, lo cual permitió que personas de todo el mundo pudieran participar en esta práctica sin necesidad de desplazarse hasta Lima.

Así era la devoción de los peruanos por Santa Rosa de Lima en la década de 1950. (Archivo Histórico El Comercio)
Así era la devoción de los peruanos por Santa Rosa de Lima en la década de 1950. (Archivo Histórico El Comercio)

“En pandemia hubo gran cantidad de fieles que enviaron sus cartas a través de correo electrónico. Nosotros hemos impresos varios miles de cartas y las colocamos en el pozo”, señala Fray Luis Ramírez. Esta iniciativa demuestra la capacidad de adaptación de la tradición a los nuevos tiempos, sin perder su esencia.

Un fenómeno de fe y esperanza

La cantidad de cartas que se depositan en el pozo cada año es impresionante. Según las estimaciones del Santuario, el 30 de agosto se reciben alrededor de 40 mil cartas, lo que demuestra la profunda devoción de los fieles hacia Santa Rosa.

“Imagino que Santa Rosa inspirada por el espíritu santo lee todas las cartas porque nosotros no tenemos acceso a ellas”, afirma Fray Luis Ramírez. Esta creencia refuerza la idea de que el pozo de los deseos es un lugar de conexión entre los fieles y lo divino.

Qué ocurre con las cartas que llevan al pozo de Santa Rosa

Una de las interrogantes que rodea al pozo de los deseos es qué sucede con las miles de cartas que se depositan en él a lo largo de los años. Según Fray Luis Ramírez, nunca se han retirado las cartas del pozo, lo que ha generado diversas teorías sobre su destino.

Así era la devoción de los peruanos por Santa Rosa de Lima en la década de 1950. (Archivo Histórico El Comercio)
Así era la devoción de los peruanos por Santa Rosa de Lima en la década de 1950. (Archivo Histórico El Comercio)

“En 400 años nunca se han retirado las cartas. Mas bien, sabemos que puede ser la capa freática del pozo porque el pozo donde se tiran las cartas era el pozo de la casa de Santa Rosa de Lima”, explica el director del Santuario. Sin embargo, en los últimos años se ha observado que el nivel de las cartas no ha disminuido significativamente, lo que podría deberse a la mayor durabilidad del papel o a otros factores.

Un fenómeno cultural y social

La tradición del pozo de los deseos va más allá de la esfera religiosa. Se trata de un fenómeno cultural y social que refleja la esperanza, la fe y los anhelos de miles de personas. El historiador Marcel Velázquez destaca la importancia de esta práctica como un vínculo directo entre el fiel y lo divino.

“La tradición de arrojar cartas en el pozo de los deseos es interesante, ahí me parece que hay una práctica en la cual se establece un vínculo directo a través de la misiva, una comunicación íntima, personal, y que además tiene esta cosa de conjuro y de magia lanzar a un pozo antiguo una petición y lograr luego, supuestamente, algún tipo de bien para la persona que lo ha pedido”, señala Velázquez a RPP.

El reto de preservar la tradición

A medida que la sociedad avanza y las tecnologías continúan transformando nuestras vidas, el reto de preservar tradiciones como la del pozo de los deseos se hace cada vez más grande. No obstante, el compromiso de los fieles y la iglesia por mantener viva esta costumbre es evidente. Las iniciativas como los aerogramas de Serpost y la impresión de cartas electrónicas son ejemplos de cómo se puede adaptar una tradición a los nuevos tiempos sin perder su esencia.

¿Cuál es el origen de la tradición de arrojar cartas en el pozo de los deseos?

El origen exacto de esta tradición no se conoce, pero se sabe que tiene varios siglos de antigüedad. Esta práctica consiste en arrojar cartas al pozo de los deseos de Santa Rosa de Lima, pidiendo favores y bendiciones. Es una forma de establecer una conexión íntima con lo divino a través de la escritura.

¿Cómo puedo enviar una carta al pozo de los deseos si no puedo ir personalmente?

Durante la pandemia, muchos fieles comenzaron a enviar sus cartas a través de correos electrónicos, los cuales eran impresos y depositados en el pozo. Además, Serpost ofrece aerogramas especiales con valor filatélico que se pueden enviar a un apartado especial, y luego son entregados al santuario.

¿Cuándo puedo visitar el santuario de Santa Rosa de Lima?

El santuario está abierto todos los días del año, de martes a domingo, en los horarios de 9:00 a 13:00 horas y de 14:00 a 17:00 horas. Sin embargo, el 30 de agosto, día de Santa Rosa de Lima, el santuario tiene un horario extendido para recibir a los miles de fieles que llegan en peregrinación.

SOBRE EL AUTOR

Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.