
La cafetera italiana es uno de los métodos de preparación de café más utilizados en los hogares españoles, pero pocas veces se limpia como debería. Aunque a simple vista parezca suficiente con aclararla tras cada uso, lo cierto es que el aluminio, la goma y el filtro acumulan restos de café, aceites rancios y cal que afectan tanto al sabor como a la durabilidad del aparato.
Los fabricantes y expertos en mantenimiento doméstico insisten en que una limpieza adecuada prolonga la vida útil de la cafetera y evita sabores amargos. Aun así, muchos usuarios siguen repitiendo los mismos errores: usar jabón en exceso, meter la cafetera en el lavavajillas o guardarla aún húmeda.
Por qué es importante limpiar la cafetera italiana
Cada vez que preparamos café, los granos liberan aceites naturales que se adhieren a las paredes de la cafetera. Si no se eliminan con regularidad, estos aceites se enrancian y dan lugar a aromas desagradables que alteran el sabor del café. Además, la cal del agua se acumula en el filtro y en la válvula de seguridad, reduciendo el flujo y aumentando el riesgo de obstrucción.
Otro motivo clave es la higiene. Cuando la cafetera se guarda húmeda o mal ventilada, pueden proliferar microorganismos y aparecer manchas negras en rincones difíciles de ver. Todo ello se evita con una limpieza periódica y un secado adecuado.
Cómo limpiar la cafetera italiana paso a paso
1. Desmonta la cafetera por completo Separa la base, el embudo, el filtro, la junta de goma y la parte superior. Esto permite acceder a todas las zonas donde se acumula suciedad.
2. Lava a mano con agua caliente y una gota de jabón suave Los fabricantes desaconsejan el lavavajillas, ya que puede dañar el aluminio y deteriorar la junta. Utiliza una esponja suave para evitar arañazos.
3. Limpia bien el filtro y la junta Frota suavemente el filtro metálico para eliminar restos de café. Revisa también la junta de goma: si está rígida, deformada o con grietas, es momento de cambiarla.
4. Revisa la válvula de seguridad Es esencial que no esté obstruida. Basta con limpiarla con un pequeño cepillo o un palillo, sin aplicar fuerza excesiva.
5. Aclarado completo y secado total Aclara todas las piezas y sécalas bien con un paño. No guardes nunca la cafetera mojada: lo ideal es dejar las partes separadas hasta que estén completamente secas.
Errores que debes evitar
Además de seguir los pasos de limpieza, conviene tener en cuenta ciertos hábitos que, aunque parecen inofensivos, pueden dañar la cafetera o afectar al sabor del café.
Entre los fallos más habituales, uno de los más comunes es meterla en el lavavajillas: el aluminio se deteriora con el calor y los detergentes agresivos, y la junta de goma termina deformándose. También es importante evitar los estropajos metálicos, que pueden rayar la superficie y desprender pequeñas partículas de aluminio.
Otro error frecuente es utilizar jabones muy perfumados o demasiado fuertes. El aluminio absorbe con facilidad los olores, y esas fragancias pueden transferirse al café. Tampoco conviene prensar en exceso el café molido, porque aumenta la resistencia del agua y puede generar sobrepresión durante la extracción.
Por último, guardar la cafetera húmeda o completamente cerrada puede provocar malos olores y la aparición de moho en zonas poco visibles. Lo ideal es dejar siempre las piezas separadas hasta que estén totalmente secas.
Qué hacer cuando huele raro o lleva tiempo sin usarse
Si la cafetera empieza a desprender un olor extraño, el café sale más oscuro de lo normal o notas un sabor rancio, es señal de que necesita una limpieza más profunda. En estos casos conviene realizar una descalcificación suave llenando la base con agua y un chorrito de vinagre o zumo de limón, y ponerla al fuego sin café para que el agua suba y arrastre la cal acumulada. Después, es recomendable preparar una cafetera solo con agua para eliminar cualquier resto de vinagre.
Para recuperar el sabor habitual, puede hacerse un pequeño “curado”: preparar un café suave y desecharlo. Y si la junta de goma está endurecida, deformada o gastada, lo mejor es sustituirla, ya que su buen estado es fundamental para que la cafetera funcione correctamente.







