
La historia de Natalia Grace en “Good American Family” es de esas que atrapan profundamente, como seguro te pasa a ti si la estás viendo. Al inicio, la narrativa se inclinaba por completo hacia la perspectiva de los Barnett, sus padres adoptivos, quienes la describían como peligrosa y una impostora. Sin embargo, el quinto episodio supuso un giro radical al presentar, por fin, la versión de Natalia. Es justo ahí donde se hace evidente lo fácil que es confundir las suposiciones con la verdad.
Este episodio es el primero que realmente pone el foco en ella. La vemos sola, sin filtros ni máscaras, tratando de sobrevivir en un entorno que no entendía y que claramente no estaba hecho para una niña como ella. Y no hablo solo de su edad, sino también de su condición, de su vulnerabilidad, de esa soledad tan brutal que te parte el alma. Porque sí, Natalia era una nena. Eso lo confirmó la justicia años después, aunque durante mucho tiempo la trataron como si fuera una adulta.
¿CUÁNTO TIEMPO VIVIÓ SOLA NATALIA GRACE?
Recién en este punto del documental empezamos a entender cuánto tiempo vivió sola Natalia Grace, y lo que eso significó en su vida. En 2013, los Barnett la dejaron en un departamento en Lafayette, Indiana, tras haber convencido a un juez de que tenía 22 años, cuando en realidad tenía apenas 8. Sí, 8. Eso ya es lo suficientemente impactante. Pero lo que pasó después, ese año que vivió sola, es todavía más difícil de procesar.
Según el relato de Natalia, testificado más tarde ante un tribunal, estuvo completamente sola durante al menos un año. Durante ese tiempo, no tuvo acompañamiento constante, y apenas sobrevivía con visitas esporádicas de vecinos preocupados o de personas de la iglesia. Comía lo que podía: sándwiches de mantequilla de maní y mermelada, ramen y pizza barata. Y todo esto mientras vivía en un segundo piso, al que debía subir y bajar 12 escalones, sola, con su discapacidad física.
Imaginate tener ocho años, estar en un país que no es el tuyo, no entender del todo cómo moverte, ni siquiera saber dónde queda el supermercado más cercano. Natalia, además, tenía que parar varias veces mientras caminaba tres cuadras hasta la biblioteca porque se cansaba. Llegó a perderse varias veces. Me cuesta imaginar la angustia, el miedo... porque estamos hablando de una nena que no debería haber estado ni un minuto sola.
Y es en este punto donde la serie hace un trabajo valioso: nos obliga a dejar de lado los prejuicios. Porque una cosa es lo que dicen los documentos, lo que presenta una familia con recursos legales. Otra muy distinta es ver a esa niña de la vida real, sin contención, sin cuidado, y pensar: ¿cómo es posible que nadie haya hecho nada antes?

¿QUÉ PASÓ DESPUÉS CON NATALIA?
Después de ese año de abandono, Natalia encontró algo parecido a una familia. Una vecina que la vio descansando afuera tomó la iniciativa de ayudarla. Esa acción, tan humana y simple, le cambió la vida. En poco tiempo, Natalia se mudó con Cynthia y Antwon Mans, una pareja con diez hijos, que finalmente la adoptó. Pero incluso ahí las cosas no fueron del todo fáciles. Más adelante, la afectada los acusó de querer controlarla y limitar sus contactos con el exterior.
Hoy en día, vive con otra familia en el norte del estado de Nueva York. Está más tranquila, aunque uno se pregunta cuánto de esa infancia perdida se puede recuperar. En una entrevista reciente, ella misma dijo: “Es una bendición estar viva hoy porque, si miro hacia atrás cuando tenía 7 años, debería haber estado muerta”.
