El presidente Donald Trump será uno de los encargados de evaluar si es viable o no el cheque de estímulo DOGE (Foto: AFP)
El presidente Donald Trump será uno de los encargados de evaluar si es viable o no el cheque de estímulo DOGE (Foto: AFP)

En medio de un ambiente cargado de especulaciones, propuestas y debates, un tema ha logrado posicionarse en el centro de la conversación: un “cheque de estímulo DOGE” respaldado por Donald Trump y Elon Musk. Lo que comenzó como una idea aparentemente impulsiva en las redes sociales ha logrado captar la atención de importantes figuras políticas y empresarios. Este concepto tiene el potencial de convertirse en un tema clave, capaz de modificar el rumbo del país. Sin embargo, el camino hacia su posible aprobación sigue siendo incierto.

Lo que parecía una iniciativa más dentro del complejo mundo de los ahorros fiscales del gobierno federal se ha convertido en un proyecto con más incógnitas que certezas, pero que mantiene a la población expectante. En pocas palabras, el concepto es simple: devolver el dinero a los contribuyentes, pero la implementación es todo un desafío. Para entenderlo a fondo, es necesario desmenuzar los aspectos que lo hacen plausible, y otros que lo hacen todo un desafío.

EL ORIGEN DEL DIVIDENDO DOGE

Como ocurre con muchas ideas en la era digital, la propuesta de un “dividendo DOGE” comenzó a circular en las redes sociales. James Fishback, un inversor con un enfoque muy crítico hacia las políticas gubernamentales tradicionales, fue el primero en presentar una idea formal: devolver un 20% de los ahorros generados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental a los contribuyentes, usando la criptomoneda DOGE como un símbolo del ahorro. En su propuesta hablaba de cheques de US$5,000 enviados a aproximadamente 79 millones de hogares que pagan impuestos.

La idea, como era de esperar, rápidamente llamó la atención de figuras como Elon Musk y Donald Trump, quienes no dudaron en mostrar su apoyo. El presidente, al ser consultado, expresó: “Me encanta. Un dividendo del 20%, por así decirlo, por el dinero que estamos ahorrando al perseguir el despilfarro, el fraude, el abuso y todas las demás cosas que están sucediendo”. Pero, como no todo lo que brilla es oro, la pregunta fundamental sigue siendo: ¿realmente existe un mecanismo que haga posible este plan?

Elon Musk está al frente del DOGE, área que busca reducir gastos federales en Estados Unidos (Foto: AFP)
Elon Musk está al frente del DOGE, área que busca reducir gastos federales en Estados Unidos (Foto: AFP)

EL DESAFÍO DE ALCANZAR LOS US$2 BILLONES EN AHORROS

Aquí es donde la historia se pone interesante. DOGE, la propuesta que busca optimizar la eficiencia del gobierno, alega que ha ahorrado miles de millones mediante la detección de fraude, la cancelación de contratos y la reducción de la burocracia. Sin embargo, los expertos en presupuestos son escépticos respecto a las cifras. Romina Boccia, directora de política presupuestaria del Cato Institute, lo explicó de manera clara.

“No creo que los estadounidenses deban apostar a que les llegará un gran dividendo de DOGE”. Y tiene razón. Para alcanzar los US$2 billones necesarios, la eficiencia fiscal debería ser mucho más que un simple esfuerzo de optimización de procesos. Para lograrlo, se requerirían reformas más profundas, y no se lograrían sin una transformación significativa en programas de alto costo como la Seguridad Social y Medicare.

La propuesta de alcanzar los US$2 billones de dólares en ahorros es, como dicen muchos expertos, demasiado ambiciosa. Si bien DOGE ha logrado algunos avances con sus políticas, la realidad es que los ahorros esperados se basan en un ideal que aún no está respaldado por datos sólidos. Aunque el gobierno de Trump respalda el concepto, figuras como Boccia consideran que las promesas de ahorro son, en el mejor de los casos, poco realistas.

Es más, los números que DOGE presenta han sido cuestionados. Un informe del New York Times reveló un error de casi 8 mil millones de dólares en uno de los registros de ahorro más importantes, lo que plantea serias dudas sobre la exactitud de los datos. Sin una base sólida de ahorros verificables, es difícil imaginar cómo los cheques puedan materializarse.

¿QUIÉN RECIBIRÍA LOS CHEQUES DE DIVIDENDOS?

Otro tema relevante es el público objetivo. Fishback dejó claro que los cheques solo se enviarían a aquellos hogares que pagan impuestos sobre la renta, lo que excluiría a una gran parte de la población estadounidense, en su mayoría a los más necesitados. Según datos del Centro de Política Fiscal, aproximadamente el 40% de los hogares no pagaron impuestos sobre la renta en 2022, y muchos de esos hogares son de bajos ingresos. Esto lleva a la pregunta de si un sistema que solo favorece a los contribuyentes más pudientes realmente sería justo o efectivo.

¿QUÉ TENDRÍA QUE PASAR PARA QUE SE APRUEBE?

Además de que se consiga todo el dinero planteado, el principal obstáculo para que el dividendo DOGE se haga realidad es, por supuesto, el Congreso de los Estados Unidos. Aunque Trump y Musk están a favor de la propuesta, varios legisladores, incluso republicanos, se han mostrado escépticos. Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes, expresó que, aunque políticamente sería favorable, la responsabilidad fiscal debería prevalecer. “Tenemos una deuda federal de 36 billones de dólares”, dijo Johnson, quien advirtió sobre el peligro de crear más deuda mientras intentan impulsar la economía.

El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, no apoya el cheque de estímulo DOGE (Foto: EFE)
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, no apoya el cheque de estímulo DOGE (Foto: EFE)

Por su parte, otros legisladores como el senador Ron Johnson también cuestionaron la idea, señalando que los ahorros de DOGE deberían destinarse primero a reducir el gasto y no a financiar pagos que podrían desencadenar inflación. En resumen, aunque el plan cuenta con el apoyo de algunas figuras clave, la realidad política es que la propuesta enfrentaría un largo camino de oposición dentro del Congreso.

Al final del día, la probabilidad de que los cheques de dividendos DOGE se aprueben depende de muchos factores, muchos de los cuales aún no están claros. Si bien la idea tiene un atractivo inicial, sobre todo en un momento en el que muchos estadounidenses enfrentan dificultades económicas, su implementación efectiva se ve empañada por la falta de datos verificables y la necesidad de una reforma fiscal mucho más amplia.

Para que este cheque se convierta en una realidad, tendría que haber un compromiso tanto del Congreso como de expertos económicos que logren consensuar que los ahorros de DOGE son genuinos, suficientes y no inflacionarios. Y aunque Trump y Musk se muestran optimistas, el camino por recorrer parece estar lleno de obstáculos.

Así que, aunque no es imposible, no pongas todas tus esperanzas en recibir un cheque de US$5,000 por correo dentro de poco. Lo que necesitamos ahora es una dosis de realismo y paciencia. Y mientras tanto, seguiremos atentos a los próximos movimientos.