El Seguro Social de Estados Unidos ofrece beneficios para cónyuges y excónyuges (Foto: Freepik)
El Seguro Social de Estados Unidos ofrece beneficios para cónyuges y excónyuges (Foto: Freepik)
El Seguro Social de Estados Unidos ofrece beneficios para cónyuges y excónyuges (Foto: Freepik)

Si estás casado/a o lo estuviste, podrías tener acceso a beneficios conyugales del Seguro Social, una ayuda que puede marcar una diferencia notable en tus finanzas futuras. Esto es parte crucial de la planificación de la jubilación, que va mucho más allá de simplemente decidir cuándo dejar de trabajar. Se trata de optimizar cada ingreso posible para, idealmente, conseguir un extra, algo vital en la difícil situación económica que vivimos.

Pero como con muchas cosas del gobierno, hay reglas, excepciones y ciertos detalles que es mejor entender desde el principio. No se trata solo de si tu cónyuge ya cobra su jubilación o no, sino también de tu edad, tu historial laboral y hasta tu estado civil actual. Por eso, si estás considerando solicitar este tipo de beneficio, vale la pena revisar estos 7 datos esenciales que fueron recapitulados originalmente por . Te los explicamos paso a paso, de forma clara y sin vueltas.

La Administración del Seguro Social ofrece información clara respecto a los beneficios conyugales (Foto: AFP)
La Administración del Seguro Social ofrece información clara respecto a los beneficios conyugales (Foto: AFP)

LO QUE DEBES SABER SOBRE LOS BENEFICIOS CONYUGALES DEL SEGURO SOCIAL

1. Requisitos básicos para calificar

Para poder recibir los beneficios conyugales del Seguro Social, hay que cumplir ciertas condiciones. Lo primero es que tu cónyuge o excónyuge ya debe haber solicitado sus propios beneficios de jubilación. A ti te corresponde entonces hasta el 50% de lo que él o ella recibiría al llegar a la edad plena de jubilación.

Además, debes tener al menos 62 años, aunque hay una excepción: si estás a cargo de un hijo menor de 16 años o con discapacidad (y ese dependiente tiene derecho a beneficios basados en el historial de tu cónyuge), puedes calificar a cualquier edad. También es importante que no tengas derecho a un beneficio mayor por tu propio historial laboral, porque en ese caso el Seguro Social te pagará ese monto más alto, no el conyugal.

2. ¿Cuánto podrías recibir?

Aquí viene una parte clave: el monto de tu beneficio conyugal puede ser de hasta el 50% del beneficio que le corresponde a tu cónyuge a su edad plena de jubilación. Por ejemplo, si tu pareja tiene derecho a US$3,000, tú podrías recibir US$1,500.

Ahora bien, si decides empezar a cobrar antes de tu propia edad plena de jubilación, esa cantidad se reducirá permanentemente. Por eso es tan importante tener claro cuándo te conviene más iniciar los trámites.

3. ¿Dónde encontrar tus números? Todo está en línea

No hace falta que te acerques a una oficina ni que esperes largas filas. La Administración del Seguro Social (SSA) tiene un portal web muy completo donde puedes revisar estimaciones personalizadas, comprobar el estado de una solicitud, cambiar tu dirección, e incluso solicitar una tarjeta de reemplazo si lo necesitas.

Solo tienes que crear una cuenta gratuita y segura en su sitio web. Desde ahí puedes controlar todos los detalles de tus beneficios, incluidos los conyugales, sin complicaciones.

4. Si tu cónyuge decide retrasar el cobro, ¿afecta tu beneficio?

Mucha gente piensa que, si su pareja retrasa el cobro del Seguro Social hasta los 70 años (para aprovechar los créditos por jubilación diferida), eso también incrementa su propio beneficio conyugal. Pero no es así. Tu prestación conyugal se calcula en base a lo que le correspondería a tu cónyuge a su edad plena de jubilación, no con los créditos adicionales. Así que, aunque tu pareja reciba más por esperar, tu beneficio como cónyuge no se ve afectado por esa decisión. 

5. Si también tienes derecho por tu propio historial laboral

En caso de que tú también tengas suficientes créditos laborales para cobrar un beneficio de jubilación, el Seguro Social hará lo que se conoce como “presentación presunta”. ¿Qué significa? Que al solicitar uno de los beneficios, automáticamente consideran si el otro sería más alto.

Por ejemplo, si por tu cuenta te corresponden US$1,500, pero por el historial de tu cónyuge recibirías US$2,000, te asignan el monto mayor. No es que puedas cobrar ambos, sino que el sistema te paga el que más te conviene.

6. ¿Estás divorciado? También podrías tener derecho

Muchas personas no lo saben, pero estar divorciado no te excluye automáticamente de los beneficios conyugales. Si tu matrimonio duró al menos 10 años, estás soltero en este momento, tienes 62 años o más, y tu excónyuge ya cobra (o tiene derecho a cobrar) beneficios, puedes calificar.

Incluso si tu ex no ha solicitado sus beneficios, puedes pedir los tuyos siempre y cuando hayan pasado al menos dos años desde el divorcio. Eso sí, los mismos principios aplican: si tus propios beneficios son mayores, recibirás esos en lugar del conyugal.

7. Puedes hacer todo el trámite desde casa

¿Lo mejor de todo esto? No tienes que salir de tu casa. Puedes solicitar los beneficios conyugales en línea a través del sitio oficial del Seguro Social. Si tienes al menos 61 años y 9 meses, ya puedes iniciar la solicitud digitalmente.

Planificar tu retiro con tiempo y buena información puede marcar la diferencia entre una jubilación ajustada y una más tranquila. Así que si calificar para estos beneficios puede aumentar tus ingresos mensuales, no lo dejes pasar. Vale la pena averiguarlo bien y aprovechar cada centavo.

El Seguro Social se encarga de los pagos de pensiones a los jubilados en Estados Unidos, así como a otros grupos vulnerables (Foto: Freepik)
El Seguro Social se encarga de los pagos de pensiones a los jubilados en Estados Unidos, así como a otros grupos vulnerables (Foto: Freepik)