
¿Sabías que una simple moneda de 1 centavo podría valer miles de dólares? Aunque suene increíble, es totalmente cierto. Existe una variante muy específica de esta moneda, que a simple vista parece común y corriente, pero que si logras identificarla (con algo de pericia y suerte), podrías venderla por una suma considerable.
No soy coleccionista profesional ni nada por el estilo, pero hace un tiempo leí sobre monedas raras y desde entonces siempre reviso el vuelto que me dan en la tienda o en el supermercado. Y créeme, cuando se trata de esta moneda de 1984, más vale revisar dos veces porque nos podría hacer ganar una buena cantidad de dólares, que nos caería a pelo, teniendo en cuenta el complicado momento económico que todos estamos atravesando.
¿QUÉ TIENE DE ESPECIAL ESTE CENTAVO DE 1984?
Se trata de un centavo de Lincoln acuñado en 1984, pero con un error bastante notorio si sabes dónde mirar. Lo que lo hace especial es que presenta lo que se conoce como un “doble troquelado” en el anverso, es decir, en la parte donde aparece el rostro de Abraham Lincoln. Este tipo de error ocurre cuando la moneda recibe dos impresiones desalineadas al momento de ser acuñada.
¿Y cómo lo identificas? Fácil: hay que fijarse en tres detalles muy específicos. Primero, en la oreja de Lincoln, que tiene una especie de “sombra” hacia abajo. Lo mismo sucede con su barba y con la pajarita: si ves que están como duplicadas hacia el sur, es muy probable que tengas entre manos uno de estos centavos valiosos.

¿CUÁNTO PODRÍA VALER?
El precio depende del estado de conservación de la moneda. Si está muy gastada o maltratada, puede que no valga tanto. Pero si se encuentra en excelente estado, las cifras son sorprendentes. Por ejemplo, según PCGS, una de estas monedas con calificación MS-68 se puede vender por US$3,850. Y si tienes una en estado MS-69 —casi perfecta—, prepárate: su valor puede alcanzar hasta los US$15,000.
Por eso, cuando te encuentres con una moneda de 1984, lo primero que deberías hacer es no dejarla ir. Mírala bien, tómate tu tiempo. Si ves la duplicación, estás ante una pequeña joya que podría cambiarte el día... o incluso el mes.
¿QUÉ HAGO SI CREO TENER UNA?
Lo más recomendable es llevarla con un experto en numismática o enviarla a una entidad reconocida para su evaluación, como PCGS o NGC. Ellos no solo pueden autenticarla, sino también asignarle una calificación de calidad, lo que influye directamente en su valor en el mercado.
Y ojo: no intentes limpiarla por tu cuenta. Muchas veces, al tratar de “mejorar” su apariencia, terminamos reduciendo su valor. Tal como está, su estado original es más valioso para los coleccionistas.
