Donald Trump podría darle ciertos beneficios a los inmigrantes ilegales que trabajan en determinados sectores cruciales para Estados Unidos (Foto: Freepik)
Donald Trump podría darle ciertos beneficios a los inmigrantes ilegales que trabajan en determinados sectores cruciales para Estados Unidos (Foto: Freepik)
Donald Trump podría darle ciertos beneficios a los inmigrantes ilegales que trabajan en determinados sectores cruciales para Estados Unidos (Foto: Freepik)

La llegada de Trump a la Casa Blanca para un segundo mandato en enero de 2025 significó también el retorno de una agenda migratoria muy dura. Su administración no tardó en confirmar los planes para retomar las deportaciones masivas, intensificar la seguridad en la frontera y ejercer una presión implacable sobre los inmigrantes sin papeles. Naturalmente, esta perspectiva ha generado una profunda inquietud en millones de familias inmigrantes, que temen por su futuro y la posible desintegración de sus vidas en Estados Unidos.

Pero, y aquí viene lo interesante, esta semana hubo un giro que pocos se esperaban. Durante una reunión de su Gabinete el jueves 10 de abril, Donald Trump habló de algo que podría significar un respiro para muchos trabajadores indocumentados que se han partido el lomo en este país. Me refiero a los que están en el campo y en hoteles. Ellos podrían estar exentos de esas temidas redadas y deportaciones e incluso recibir una visa. ¿Quieres conocer más al respecto?

¿QUIÉNES ESTARÍAN A SALVO?

Lo dijo el mismo Trump, y no fue un comentario suelto. Frente a periodistas, reconoció que hay ciertos sectores donde los inmigrantes indocumentados son clave, como en la agricultura y la hotelería. “Tenemos que cuidar de nuestros granjeros, los hoteles y, ya saben, de varios, varios lugares donde ellos suelen, donde suelen necesitar la gente”, dijo el presidente. Y aunque sabemos que muchas veces ha cambiado de discurso, esta vez lo hizo con cierta claridad.

En pocas palabras, lo que propuso fue que los agricultores puedan enviar cartas identificando a trabajadores específicos como personas de confianza y esenciales, y que, en esos casos, el gobierno “se frene un poco”. Dijo literalmente: “Un granjero vendrá con una carta relativa a cierta gente diciendo que son excelentes, que están trabajando duro. Vamos a frenarnos un poco para ellos, y luego vamos en última instancia a traerlos de vuelta. Saldrán, van a regresar como trabajadores legales”. Eso sí, esto es una idea que aún no se ha oficializado.

Esta movida no es casualidad ni un acto de compasión repentino. Viene de la presión que ha ejercido la industria agrícola, que lleva meses pidiéndole al gobierno que no toque a su fuerza laboral. Y tiene sentido. Más o menos la mitad de los dos millones de trabajadores del campo en Estados Unidos son indocumentados. La agricultura depende tanto de ellos que, si se fueran de un día para el otro, el país entero lo sentiría en la mesa: menos comida y precios por las nubes.

Y no es solo una cuestión humanitaria, también es económica. Este sector —junto con otras industrias relacionadas— aporta US$1,5 billones al PIB del país. Eso es el 5.6% de toda la economía. Así que el asunto es delicado, no solo políticamente, sino también financieramente.

Migrantes y refugiados enfrentan nuevas barreras tras las recientes restricciones impuestas por la administración Trump a programas legales y humanitarios. (Foto: AFP)
Migrantes y refugiados enfrentan nuevas barreras tras las recientes restricciones impuestas por la administración Trump a programas legales y humanitarios. (Foto: AFP)

¿EL REGRESO DE TRABAJADORES QUE FUERON DEPORTADOS?

Ahora bien, Trump habló de una especie de ida y vuelta: dejar que ciertos trabajadores salgan, pero con la posibilidad de regresar con papeles. Eso, aunque suena extraño viniendo de él, podría encajar en el programa H-2A, que ya existe desde hace tiempo. Este permite que los granjeros contraten legalmente a trabajadores extranjeros por temporada. Lo bueno es que no tiene un límite anual, y en 2023 ya se usó para traer a más de 378,000 personas.

Claro que eso no significa que todos los indocumentados del campo vayan a calificar automáticamente. Pero sí abre una puerta, y en estos tiempos tan duros, cualquier luz de esperanza es bienvenida.

Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca por segunda vez, se volvieron a intensificar las políticas migratorias en Estados Unidos (Foto: Gobierno de Estados Unidos)
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca por segunda vez, se volvieron a intensificar las políticas migratorias en Estados Unidos (Foto: Gobierno de Estados Unidos)

¿Y LOS TRABAJADORES DE HOTELES?

Trump también mencionó a la industria hotelera, aunque con menos detalle. Pero sabemos que es otro sector que depende fuertemente de mano de obra migrante, especialmente en limpieza, mantenimiento y cocina. Habrá que ver cómo se concreta esa parte, pero podría aplicarse un modelo similar al del campo: identificar a empleados esenciales y permitirles algún tipo de estatus temporal o programa de visado.

HAY QUE MANEJAR LAS DECLARACIONES CON CAUTELA

Lo dicho por Trump no borra el miedo ni la incertidumbre. Muchas familias siguen bajo riesgo, y la historia del primer mandato del empresario nos enseñó que lo que se promete no siempre se cumple. En ese entonces, también dijo que protegería a los trabajadores del campo, y aun así vimos redadas en plantas de procesamiento de carne.

Pero esta vez hay más presión económica y una necesidad evidente de mantener funcionando sectores clave. Así que, aunque no es una solución definitiva, sí puede significar un alivio para muchos trabajadores indocumentados que llevan años haciendo trabajos que nadie más quiere hacer.