
Donald Trump advirtió el miércoles 9 de julio que será “muy rígido” con los inmigrantes que ataquen a agentes del ICE. Al ser consultado por un periodista, especificó que la consecuencia será un “largo tiempo en la cárcel”.
Según Trump, este tipo de agresiones no son pequeñeces. Mencionó un incidente reciente donde un agente fue golpeado en el cuello y, aunque afortunadamente está bien, el presidente lo calificó como “nada bueno” y dejó en claro que se viene mano dura (o más).

¿QUÉ DIJO EXACTAMENTE DONALD TRUMP SOBRE ESTOS ATAQUES?
Trump respondió directo y sin rodeos. Recalcó que cualquier agresión contra oficiales de ICE debe terminar tras las rejas por mucho, mucho tiempo. En sus propias palabras: “Un largo tiempo en la cárcel”. Para él, estos casos no son actos aislados, sino ataques contra la autoridad y el orden público que deben ser tratados como delitos.

LA LEY LAKEN RILEY Y SU CONEXIÓN
Creo que es importante mencionar la Ley Laken Riley, firmada por Trump en enero de este año. Esta ley amplía la detención obligatoria de inmigrantes que atacan a agentes. Incluye en su listado los “ataques a agentes policiales” gracias a una enmienda respaldada por el senador John Cornyn.
Así que la promesa de Trump no suena solo a retórica: está enmarcada en una legislación que endurece y automatiza las penas para esos casos.
ICE Y LA POLÍTICA MIGRATORIA DE DONALD TRUMP
En los primeros meses de su segundo mandato, Trump ordenó a ICE y otras agencias redadas agresivas, especialmente en ciudades santuario como Nueva York, Los Ángeles y Chicago. Además, aumentó las detenciones diarias a cifras inéditas —hasta 3,000 arrestos al día— con apoyo de la Guardia Nacional y el FBI.
Entonces, esta promesa forma parte de un patrón general: mano dura total contra inmigrantes indocumentados.

ICE RECIBE FONDOS HISTÓRICOS
Mientras todo esto sucede, el Congreso aprobó un presupuesto de US$45,000 millones destinado a detención y deportación, y otro de US$75,000 mil millones para ICE en total por cuatro años. Eso incluye casi triplicar la capacidad de camas y expandir los centros. Y sí, esa promesa de cárcel larga cae dentro de un contexto de inversión masiva en control migratorio.
Lo que Trump propone tiene eco en quienes defienden mano dura, pero también ha generado alerta entre expertos en derechos civiles. Ellos advierten que automatizar detenciones y penas largas, especialmente en agresiones derivadas de protestas o situaciones tensas, puede violar garantías constitucionales.
También temen que ICE termine criminalizando a inmigrantes por comportamientos derivados de miedo, estrés o abuso en redadas, más que por agresiones reales.