Además de incursionar en la política, Donald Trump siempre se ha destacado por la gran cantidad de propiedades que tiene. Si bien, posee varias para vivir, sin lugar a duda, una de ellas es su preferida; se trata de Mar-a-Lago, la residencia del expresidente de los Estados Unidos que se ubica en Palm Beach, Florida. ¿Cómo es su hogar? ¿Cuándo fue construida? ¿Qué extensión tiene? ¿Dónde se encuentra exactamente? En esta nota, te respondemos a estas y otras interrogantes.
El próximo 5 de noviembre, el empresario y político conservador podría convertirse por segunda vez en presidente del país norteamericano; de ganar, tendría que dejar junto a su familia su lujoso complejo para regresar a la Casa Blanca.
¿DÓNDE VIVE DONALD TRUMP?
Como lo señalamos líneas arriba, Donald Trump vive en Mar-a-Lago, un complejo turístico y monumento histórico nacional ubicado en 1100 S. Ocean Blvd., Palm Beach, Florida.
Tiene 126 habitaciones y 62,500 pies cuadrados (5.810 m²), que fueron construidos en 17 acres de tierra, aunque el exmandatario se jacta de vivir en un espacio más grande. “Tengo 24 acres en Palm Beach y nadie tiene nada parecido. Una casa grande ocupa un acre. Yo tengo 24. Es la gran propiedad de Palm Beach”, señaló durante un evento de salto de obstáculos que se realizó en dicho lugar en 2014, publica Town&Country.
MAR-A-LAGO ES LA “CASA BLANCA DE INVIERNO”
Aunque a Trump le fascina llamar a Mar-a-Lago como la “Casa Blanca de Invierno”; lo cierto es que él no le puso este sobrenombre, pues data de hace varios años. Para esto debemos remontarnos a 1973 cuando la socialité Marjorie Merriweather Post decidió donar su mansión al gobierno de Estados Unidos para que sea utilizada como la “Casa Blanca de invierno”. Cabe mencionar que ella fue la heredera de Postum Cereal Company, empresa que años después pasó a llamarse General Foods Corporation.
Mar-a-Lago fue construido para Post entre 1924 y 1927, en pleno auge inmobiliario de Florida. Los arquitectos Marion Sims Wyeth y Joseph Urban diseñaron la finca. Para la construcción, pagó con su esposo Edward F. Hutton US$7 millones (que a 2023 equivale a US$123 millones). A su muerte, en 1973, dejó la propiedad al Servicio de Parques Nacionales con el fin de que sea usado pudiera para visitas de estado o como Casa Blanca de invierno. Lamentablemente, los altos costos para su mantenimiento, que llegaban al millón de dólares anuales, hicieron que fuera devuelta a la Fundación Post por una ley del Congreso en 1981. Un año antes, el complejo había sido declarado Monumento Histórico Nacional.
DONALD TRUMP COMPRA MAR-A-LAGO
Ante los altos costos que no podían ser cubiertos, la propiedad fue puesta en venta a US$20 millones por las hijas de Post. En un inicio Trump ofreció US$28 millones, pero su propuesta fue rechazada; sin embargo, cuando el mercado se desplomó, él terminó adquiriendo Mar-a-Lago por el precio US$5 millones en 1985. Adicionalmente, pagó otros US$3 millones por las antigüedades y los muebles de Marjorie Merriweather Post.
Una década después de adquirirlo, lo convirtió en un club privado. Para ello, construyó un salón de baile de 20,000 pies cuadrados que decoró en pan de oro. Asimismo, invirtió US$100,000 en cuatro lavabos bañados en oro. El exmayordomo no oficial de Trump, Anthony Senecal, contó a New York Times cómo era la biblioteca, que estaba “revestida con paneles de roble británico de siglos de antigüedad y llena de libros raros de primera edición que nadie en la familia leyó jamás”.
La familia Trump mantiene habitaciones privadas en un área cerrada en el terreno, marcadas por delfines decorativos.
CARCATERÍSTICAS DE MAR-A-LAGO
Arquitectónicamente, el complejo es de estilo neoespañol. En tanto, la casa es una villa de estilo mediterráneo con una adaptación del estilo hispano-morisco que era popular en Palm Beach en esa época.
Posee un bloque central de dos pisos en las que hay habitaciones familiares y edificios secundarios inferiores. El revestimiento de la pared exterior se hizo con piedra Doria de Génova, además algunas zonas interiores, arcos y estructuras de Barwig. Hay bloques de mármol blanco y negro para el suelo, los cuales procedían de un castillo cubano.
Además de sus más de 50 habitaciones, más de 30 baños y una gigante mesa de comedor con cubierta de mármol, el inmueble cuenta con tres refugios antiaéreos.