Plantas fotovoltaicas se expanden sobre campos agrícolas, generando más ingresos y cero emisiones (Foto: AFP)
Plantas fotovoltaicas se expanden sobre campos agrícolas, generando más ingresos y cero emisiones (Foto: AFP)
Plantas fotovoltaicas se expanden sobre campos agrícolas, generando más ingresos y cero emisiones (Foto: AFP)

En Carmona, Sevilla, los cultivos tradicionales están siendo reemplazados por . La transformación energética está llegando al campo español, y los agricultores que antes vivían de cosechas ahora obtienen ingresos récord alquilando sus tierras a empresas fotovoltaicas.

La fiebre por la energía solar ya no se limita a los tejados de viviendas. En España, el boom de las placas solares está revolucionando también las zonas rurales. En municipios agrícolas como Carmona, en la provincia de Sevilla, muchos agricultores han optado por un modelo alternativo: dejar de sembrar trigo, girasol o garbanzo, y en su lugar, alquilar sus terrenos para la instalación de plantas solares.

ALQUILERES DE TIERRAS POR US$30,000 AL AÑO

Uno de estos agricultores es José Portillo, quien durante décadas cultivó sus 15 hectáreas con esfuerzo y escaso margen de ganancia. “Antes me llevaba unos 100 euros por hectárea en cada cosecha...Ahora, por alquilar ese mismo terreno para una macroplanta solar, me están pagando 1,900 euros por hectárea al año”, explica.

La diferencia es abismal: lo que antes generaba ingresos cercanos a los US$1,620 anuales, ahora supera los US$30,000 por el mismo terreno, sin sembrar ni regar.

Con este dinero puedo hacer cosas que nunca pude. Viajar, vivir tranquilo. No digo que todos lo hagan, pero para mí fue la mejor decisión”, añade Portillo.

Los agricultores generan mayores ingresos y con menos esfuerzo (Foto: Diseñado por Freepik)
Los agricultores generan mayores ingresos y con menos esfuerzo (Foto: Diseñado por Freepik)

LA TENDENCIA SE MULTIPLICA EN EL SUR DE ESPAÑA

Carmona se ha convertido en un epicentro de esta transformación energética. Según datos municipales de 2023, había al menos 28 proyectos fotovoltaicos activos o en desarrollo, ocupando miles de hectáreas de antiguas tierras de cultivo. Esta reconversión agrícola responde a dos factores: la subida del precio de la electricidad en toda Europa y el aumento de la rentabilidad de las energías limpias.

“No solo cambia la vida del agricultor que alquila sus tierras”, explica un portavoz del municipio. “También se generan ingresos fiscales para el pueblo y oportunidades de empleo relacionadas con el mantenimiento de las plantas”.

¿CUÁL SERÁ EL FUTURO PARA EL CAMPO?

Esta transición ha generado entusiasmo, pero también debate. Algunos vecinos ven con preocupación la reducción de tierras cultivadas: se estima que en Carmona, la superficie dedicada a la agricultura tradicional ha descendido entre un 20% y un 30%. “Ha habido un revuelo grande”, comenta un residente. “La gente de toda la vida ha cultivado su tierra, y ahora llegan con un contrato y dinero fácil... Es un cambio cultural”.

Pese a ello, muchos agricultores no dudan: alquilar una parcela puede garantizar estabilidad económica, financiar estudios de los hijos o incluso pagar deudas acumuladas tras años de malas cosechas.

La fiebre solar llega al campo: terrenos antes destinados a la agricultura, hoy generan energía limpia (Foto: AFP)
La fiebre solar llega al campo: terrenos antes destinados a la agricultura, hoy generan energía limpia (Foto: AFP)

UNA TENDENCIA GLOBAL

Este fenómeno en España refleja una tendencia global. Con los incentivos a la energía limpia y la necesidad urgente de reducir emisiones, países como Estados Unidos podrían ver escenarios similares en sus áreas agrícolas. Estados como California, Texas o Arizona, con terrenos fértiles y alto nivel de radiación solar, ya están explorando modelos mixtos de agricultura y energía renovable, conocidos como “agrovoltaicos”.