Como parte de la ola migratoria, desde el 2022, Nueva York ha recibido a más de 183,000 inmigrantes. Se dice que “no hay cama para tanta gente” en el estado santuario y hay voces a favor y en contra de la acogida a extranjeros, pero hay una ciudad que es un paraíso para inmigrantes y refugiados, que les otorga una asignación mensual para tener dónde vivir y cubrir otros gastos básicos. También ofrece trabajo, así como servicios de salud y hasta clases de inglés.
Se trata de la ciudad de Utica, ubicada en el centro del estado de Nueva York, a unos 60 kilómetros al este de Siracusa. Tiene 60,000 habitantes, de los cuales 16,500 son extranjeros de unas 40 nacionalidades. Se dice que en las casas se hablan más de 30 idiomas distintos, además del inglés.
La ciudad busca recuperar parte de la población perdida cuando la industria manufacturera abandonó la zona en los años 1980. Los grupos más grandes provienen de la ex Unión Soviética, la ex Yugoslavia y el Sudeste Asiático.
¿QUÉ OFRECE UTICA A LOS INMIGRANTES?
El programa de refugiados de Utica Utica proporciona a los refugiados, sin importar la nacionalidad, un departamento amoblado con todo lo básico para comenzar. Desde enero de 2019, asigna un total de 1,175 dólares para cada refugiado, de los cuales no menos de 950 deben ser destinados a beneficio del refugiado, como el primer mes de alquiler, depósito de seguridad, muebles, ropa y artículos para el hogar, mientras que el dinero restante “debe estar disponible para gastos flexibles o para proporcionarle hasta 200 dólares en un desembolso único en efectivo”.
El ingreso medio de una familia en Utica es de US$48.212 anuales, de acuerdo con cifras de 2020 de la Oficina del Censo de EE.UU. El precio medio de una vivienda se posicionó en US$123.800, mientras que el valor de un alquiler ronda los US$873 mensuales.
Condición
Todos los refugiados que acceden a la asistencia pública tienen la condición de aceptar el primer trabajo viable que se les ofrezca. Por ello, muchos extranjeros trabajan como conserjes de edificios, lavaplatos en restaurantes y bares, jardineros, cocineros, carteros o peones de fábrica. El rango promedio por hora para los empleos en 2018 fue de US$12,60, que fue US$2,20 por encima del salario mínimo estatal.
El Departamento de Reasentamiento de Refugiados indica en su web que sus tareas incluyen los “arreglos previos a la llegada” de un refugiado a Utica, su “bienvenida en el aeropuerto y transporte a la ciudad” y la “orientación inicial”. El costo del pasaje en avión “en realidad es un préstamo que deben empezar a reembolsar al cabo de seis meses”.
Los refugiados reciben referencias a profesionales de la salud y servicios sociales, asistencia para inscribir a los niños en la escuela y orientación sobre su comunidad local y las normas, leyes y cultura estadounidenses.
¿QUÉ PASA SI SOY REFUGIADO Y QUIERO VIVIR EN UTICA?
El programa está disponible para refugiados, inmigrantes, recién llegados y residentes no nativos de habla inglesa de la región de Mohawk Valley. En caso de querer vivir en Utica, debes contactar a un empleado del Centro a través del formulario. También puedes comunicarte de las siguientes formas.
- Teléfono: 315.738.1083
- Mail: info@thecenterutica.org
- Dirección: 201 Bleecker St.Utica, Nueva York 13501
NOTA: También puede llenar un formulario de alquiler.
¿CÓMO AYUDA LA PRESENCIA MIGRATORIA A UTICA?
Shelly Callahan, directora ejecutiva del Centro para Refugiados, explicó en diálogo con Literary Hub que “los refugiados llegaron en oleadas”. “En la década de 1980, llegaron personas de Vietnam, Camboya, Laos, Polonia y la Unión Soviética. A principios de la década de 1990, más de 4,500 bosnios que huían del conflicto de los Balcanes se convirtieron en el grupo más grande en ser reasentado. En la década de 2000, hubo una oleada de refugiados de Birmania, Irak, Nepal, Somalia y Sudán”, detalló.
En ese sentido, sostuvo que los inmigrantes “ayudaron a frenar el declive de la ciudad” y destacó que “tenían una gran ética de trabajo y estaban dispuestos a aceptar trabajos que los nativos no querían”. Debido a su importancia, las autoridades locales impulsaron varias políticas que benefician a los extranjeros, en especial a aquellos que llegan bajo el estatus de refugiados.