
En un contexto económico incierto, surge una propuesta audaz: un cheque de estímulo de US$5,000. ¿Cómo se financiará esta medida? A través de los ahorros generados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), lo que podría marcar un hito en la política económica. La idea ha captado la atención tanto del público como de figuras influyentes como Elon Musk y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
¿CÓMO SURGIÓ LA IDEA DEL DIVIDENDO DOGE?
El concepto fue presentado por James Fishback, director ejecutivo de Azoria, quien sugirió que el 20% de los ahorros obtenidos por DOGE se destine directamente a los ciudadanos estadounidenses como un cheque de reembolso de impuestos.
La propuesta rápidamente llamó la atención del magnate Elon Musk, quien, en respuesta a una publicación en X (antes Twitter), prometió discutir la idea con el presidente Donald Trump. La propuesta establece que, si DOGE alcanza su objetivo de ahorro de US$2 billones para julio de 2026, cada hogar contribuyente recibiría un cheque de US$5,000, mientras que el otro 20% se destinaría a reducir la deuda nacional.
El presidente Donald Trump, en la Cumbre FII PRIORITY en Miami el mes pasado, respaldó la idea, argumentando que devolver una parte de los ahorros a los ciudadanos fortalecería la confianza en el gobierno y dinamizaría la economía. Pero la decisión final recae en el Congreso, donde las opiniones están divididas. Algunos legisladores consideran que sería una estrategia política efectiva, mientras que otros advierten sobre los riesgos de inflación y el aumento de la deuda.

LO QUE DICEN LOS LEGISLADORES DE EEUU
Mike Johnson, el presidente de la Cámara de Representantes, se mostró en contra de los cheques de estímulo DOGE. El republicano de Luisiana dijo lo siguiente: “Políticamente, eso sería genial para nosotros, ya saben, porque todo el mundo recibe un cheque. Pero si piensan en nuestros principios básicos, la responsabilidad fiscal es lo que hacemos como conservadores. Esa es nuestra marca y tenemos una deuda federal de 36 billones de dólares. Tenemos un déficit gigante con el que estamos lidiando. Creo que tenemos que pagar la tarjeta de crédito, ¿no?”.
Otros legisladores, incluidos la representante Celeste Maloy, republicana por Utah, y el representante Riley Moore, republicano por Virginia Occidental, también han expresado su escepticismo sobre los cheques de estímulo. “Para mí, tiene más sentido destinar lo que ahorramos al déficit. Mi temor es que cuando enviemos cheques de estímulo, eso provoque inflación, que estamos tratando de controlar ahora mismo”, comentó Maloy.
LA RESPUESTA DE LA CIUDADANÍA
Una encuesta realizada por JL Partners, empresa de investigación con sede en Washington DC, reveló que el 67% de los votantes apoyan la idea de un cheque único de US$5,000. El 46% mostró un respaldo firme y el 21% un apoyo moderado.
El respaldo fue más fuerte entre los republicanos jóvenes y los trabajadores estadounidenses, mientras que solo el 7% de los encuestados se opuso firmemente. La opinión pública ha creado presión sobre los legisladores para que consideren seriamente la propuesta.
EL PAPEL DE ELON MUSK EN LA PROPUESTA

Elon Musk ha sido una figura clave en la consolidación de la idea del “dividendo DOGE”. Su apoyo ha generado un considerable interés en las redes sociales y ha impulsado el debate en el Congreso. Musk enfatizó que devolver parte de los ahorros a los contribuyentes fortalecería la confianza en el gobierno y demostraría que la eficiencia gubernamental puede traducirse en beneficios directos para los ciudadanos.
¿ES POSIBLE QUE SE ENTREGUEN ESTOS CHEQUES?
El destino de los cheques de estímulo DOGE depende de las negociaciones en el Congreso. Aunque Trump y Musk han mostrado su respaldo, las tensiones internas entre los republicanos y la preocupación por la estabilidad económica podrían frenar el impulso de la propuesta. El Congreso podría optar por una solución intermedia, destinando una parte de los ahorros a los contribuyentes y otra a la reducción de la deuda.
El modelo de financiación mediante ahorros gubernamentales es innovador, pero no está exento de desafíos. La viabilidad del cheque DOGE dependerá de la capacidad del Departamento de Eficiencia Gubernamental para alcanzar los objetivos de ahorro y de la disposición política para priorizar el beneficio directo a los ciudadanos sobre la reducción de la deuda.
Cabe mencionar que los pagos de estímulo no son una novedad en la política estadounidense. Durante la pandemia de COVID-19 en 2020, el Congreso aprobó un paquete de estímulo bipartidista de US$2 billones que incluyó cheques de US$1,200 para personas que cumplían los requisitos y US$2,400 para parejas casadas. La diferencia clave con el cheque DOGE es que este estaría financiado por ahorros gubernamentales, no por un aumento en la deuda.