En esta edición de 20 en empleabilidad, Fernando Miranda, consultor asociado de LHH DBM Perú, responde una de las preguntas más frecuentes en un proceso de desvinculación laboral: ¿es mejor acceder al programa de outplacement o recibir el equivalente en dinero?
El especialista señala que un programa de outplacement ofrece beneficios significativos difíciles de cuantificar en términos monetarios, tanto para las personas que lo reciben como para la organización que lo brinda, algo que el equivalente en efectivo simplemente no proporciona.
Entre los beneficios, destaca que un programa integral de outplacement tiene un impacto positivo en la vida laboral porque ofrece: apoyo emocional para afrontar la transición laboral, soporte organizacional, proporcionando acompañamiento personalizado con metodologías probadas para facilitar la reinserción laboral y herramientas y recursos, incluyendo acceso a bolsas de empleo internas y capacitaciones, lo que permite una recolocación efectiva en el menor tiempo posible.
Resaltó que las organizaciones que ofrecen estos programas también obtienen ventajas, ya que protegen su reputación corporativa y fortalecen su marca empleadora. Además, contribuyen a la moral y productividad de quienes permanecen en la empresa, evitando un clima de incertidumbre o desmotivación.
“La próxima vez que alguien se enfrente a esta decisión, le recomendaría hacer un balance realista: el dinero se agota, pero el conocimiento, la orientación y el acompañamiento pueden transformar el futuro profesional de manera muy significativa”, concluyó Miranda.
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