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Técnicas creativas para generar nuevas ideas de negocio

Te contamos tres métodos muy divertidos para generar nuevas ideas para tu negocio diseñadas por Walt DisneyEdward de Bono y Bernd Rohrbach. Los diseñadores de productos Luki Huber y Gerrit Jan Veldman han recuperado estas herramientas para gestionar el trabajo creativo en equipo en su libro , según .

El método Walt Disney

Esta técnica (recuperada y desarrollada a mediados de los años 90 por el experto en Programación Neurolingüística Robert Dilts) propone tres formas diferentes de aproximarse al pensamiento creativo: la del soñador, la del realista y la del crítico. 

1. Pensamiento soñador

«Para poner este método en práctica», sugieren Luki Huber y Gerrit Jan Veldman en su libro, «pensamos todos a la vez en una temática determinada. Primero somos todos soñadores y pensamos como tales». Cualquier idea creativa arranca siempre llena de pasión y entusiasmo. La idea en esta fase es pensar sin restricciones y sin pararse a criticar lo que anotamos sobre el papel. 

Un soñador debe preguntarse:

– ¿Qué quiero?– ¿Qué solución se me ocurre para conseguir lo que quiero?– ¿Cómo me imagino que es esa solución?– ¿Cuáles son los beneficios de aplicar esa solución?

2. Pensamiento realista

«A continuación pensamos todos como realistas: ¿Cómo podemos convertir esos sueños en realidad?», plantean Huber y Veldman. Esta fase también es constructiva, todavía no ha entrado en juego la crítica. Un pensador realista debe plantearse: 

– ¿Cómo puedo aplicar estas ideas en el mundo real?– ¿Qué plan de acción debo seguir para aplicar esta idea?– ¿Qué tiempos me tengo que marcar: cuánto tiempo me va a llevar?– ¿Cómo debo evaluar el éxito o fracaso de estas ideas? 

3. Pensamiento crítico

En esta tercera fase se trata de revisar «cuáles son los puntos débiles de todas las ideas anteriores», explican. Para ello hay que preguntarse:

– ¿Qué fallos pueden tener la ideas que se nos han ocurrido?– ¿Qué nos hemos dejado en el tintero?– ¿Por qué no las podemos aplicar: qué nos frena?– ¿Qué debilidades tiene nuestro plan? 

«En lugar de tener una discusión entre soñadores y críticos, toda esta información se pone en común y obtenemos de manera rápida una vista general con ideas deseadas, vías para hacerlas realidad y obstáculos por superar», argumentan.

6 sombreros para pensar

«Otra guía que podemos explorar para generar ideas en grupo es la de los seis sombreros para pensar, creada por el psicólogo maltés Edward de Bono [en 1985]», plantean estos dos expertos en desarrollo de producto. 

El método de los seis sombreros pretende reproducir el funcionamiento de la mente humana adoptando el símil de un sombrero: cada uno de los sombreros representa un prisma desde el que que se puede observar la realidad. A cada forma de ver el mundo se le aplica un color:

– Blanco: Neutro. Aquí nos planteamos: ¿Cuáles son los hechos fríos?– Amarillo: Positivo. Debemos pensar: ¿Qué beneficios tiene?– Negro: Negativo. Hay que reconocer: ¿Qué desventajas tiene?– Verde: Creativo. Conviene preguntarse: ¿Qué alternativas se nos ocurren?– Rojo: Emocional. No hay que dejar de lado: ¿Qué sentimientos nos produce?– Azul: Control. Por último, hay que poner sobre la mesa: ¿Qué pasos debemos dar? 

«De Bono plantea colocarse de forma secuencial un sombrero de cada color en la cabeza y expresar una opinión sobre el tema tratado», explican estos autores. «La única restricción que existe es que esa opinión tiene que seguir las reglas que se asocian con cada color», matizan.

«Después de cada fase, el grupo debe ordenar sus inputs por familias: factual, positivo, negativo, creativo…», proponen.

Escritura mental

Este método diseñado por Bernd Rohrbach permite para Huber y Veldman «generar un gran número de ideas en un corto espacio de tiempo». 

¿Cómo funciona? Esta técnica, originalmente conocida como 6-3-5, consiste en reunir a seis personas y conseguir que propongan tres ideas cada cinco minutos durante treinta minutos. No importa tanto la calidad de las ideas, sino su cantidad. 

«A diferencia de los métodos de creatividad que se llevan a cabo de manera hablada, con un brainwriting conseguimos que todo el equipo trabaje a la vez. Además, el equipo se acostumbra a construir a partir de las ideas de los compañeros, ayuda a limar egos y a comprometer al equipo con un causa común», defienden estos dos expertos en desarrollo de productos.