1 / 6 FOTO 1 | Ve adaptando tu horario antes de viajar Los días antes de un viaje son claves para ir ajustando gradualmente tu reloj interno. Así puedes ir anticipando o posponiendo tu rutina para adaptarte al horario al que viajarás, por ejemplo, si normalmente te despiertas a las 8 de la mañana, pero tendrás que despertarte antes en el destino en el que estarás, puedes empezar a despertar a las 7:30 am y después a las 7 am y así sucesivamente hasta el día de tu viaje. (Foto: Depositphotos)
2 / 6 FOTO 2 | ¡Hidrátate mucho! Antes, durante y después del vuelo la hidratación es clave. La despresurización del avión sumada al aire acondicionado del mismo, no solo te resecan la piel, te deshidratan. Lleva una crema hidratante y para que no se note el cansancio, puedes aprovechar una parte del vuelo para hacer masajes alrededor de ojos, frente y mejillas, lo cual ayudará a reactivar la circulación y a relajarte. Incluso puedes pedir un vaso con agua y hielo para hacer una compresa fría con un poco de algodón, lo cual ayudará a que llegues más fresco a tu destino. Por último, resiste la tentación de consumir alcohol, ya que este tipo de bebidas son diuréticas y por tanto, hacen que sea más fácil deshidratarse. (Foto: iStock)
3 / 6 FOTO 3 | Actívate durante el vuelo Al igual que con la hidratación, ejercitarse antes, durante y después del vuelo es básico para prevenir el jet lag. No es necesario correr varios kilómetros, en el avión basta con caminar un poco, hacer ejercicios de estiramiento y cambiar de posición. Una buena forma de combinar las recomendaciones, es pararte para ir por un vaso con agua en el otro extremo del avión. Si al llegar a tu destino, es de día y tienes mucho sueño, el ejercicio es una gran forma de conectarte con el nuevo horario, una caminata, una carrera breve o un paseo en bicicleta te harán sentir despierto, mejorarán tu circulación y la producción de cortisol. (Foto: Difusión)
4 / 6 FOTO 4 | Toma un baño… de sol Nuestro reloj corporal está vinculado al sol por lo que este es clave en la adaptación a un nuevo horario. Aprovecha la luz natural al máximo: camina por el lado soleado de la calle (luego de ponerte bloqueador), abre las ventanas y deja que se active tu vitamina D. Esto te ayudará a mantenerte despierto con menos esfuerzo. (Foto: Pixabay)
5 / 6 FOTO 5 | Evita el café y las pastillas para dormir Cualquier elemento que cambie artificialmente tu reloj interno puede tener un efecto inmediato, pero aumentará tu nivel de fatiga a largo plazo. Así, aunque parezca, los cafés, relajantes musculares, bebidas energizantes y pastillas para dormir, terminarán entorpeciendo más los procesos naturales. Busca ayudarte de elementos naturales como el ejercicio, la meditación, los estiramientos, el té de manzanilla, etcétera. (Foto: Pixabay)
6 / 6 FOTO 6 | Date tiempo para regresar a la rutina Luego de un viaje largo, lo más recomendable es dar espacio para que cuerpo y mente se adapten al regreso. Aunque la tentación de quedarte el mayor tiempo posible en tus vacaciones es grande, a veces es útil dejar uno o dos días extras para estar en casa después del viaje y así reacostumbrarte a tu huso horario y las tareas diarias.
FOTOS | Todos lo hemos experimentado, el cansancio, el dolor de cabeza, la irritabilidad y hasta las náuseas que genera el jet lag. Este síndrome afecta a los viajeros particularmente cuando se afecta el reloj interno por un cambio en las zonas horarias. Por esto, en Viajala le preguntamos a nuestros más de 400,000 usuarios cuáles son sus recomendaciones para evitarlo y esto fue lo que encontramos: