1 / 11 FOTO 1 | 1. “Pareces cansado”. Decirle a una persona que notas su cansancio es insinuar que tiene mal aspecto o que desprende mal humor. Es mucho mejor preguntar directamente: la persona que tienes enfrente percibirá tus palabras como signo de preocupación, y no como un comentario grosero.
2 / 11 FOTO 2 | 2. “Siempre…” o “Nunca…”. Seguro que ya lo sabes: no todo es blanco o negro, y mucho menos las personas. Ser tan categórico podría ser tomado casi como un ataque directo; es mejor centrarse en los hechos, y en todo caso, aludir a la frecuencia.
3 / 11 FOTO 3 | 3. “Como dije antes …”. Si dices esta frase a menudo, dará la impresión de que culpas al interlocutor por tener que repetir lo que has comentado anteriormente. Suena mucho mejor si reflexionas sobre lo que puedes hacer para trasladar el mensaje de una manera más clara e interesante.
4 / 11 FOTO 4 | 4. “Buena suerte”. Evidentemente, parece una frase de lo más inocente; pero las mentes más suspicaces podrían interpretar que no tienen las habilidades suficientes como para no depender simplemente de la suerte para lograr un resultado positivo. Es mejor que recuerdes a la otra persona que seguro que obtendrá lo que merece.
5 / 11 FOTO 5 | 5. “Lo que tú quieras”. Si alguien te hace una pregunta y respondes con una vaguedad de este estilo, la otra persona podría interpretar que no tiene interés en absoluto. Aunque sea un esfuerzo extra, procura dar tu opinión de la forma más sincera y correcta posible.
6 / 11 FOTO 6 | 6. “Bueno, al menos nunca yo nunca he…”. Ésta es quizás una manera agresiva de recordar los errores del pasado de tu interlocutor. Asumir la responsabilidad de cada uno es una buena manera de prevenir que la tensión de una conversación difícil suba todavía más.
7 / 11 FOTO 7 | 7. “Has perdido muchísimo peso”. Un cumplido que probablemente conlleve las mejores intenciones, pero con un toque crítico. Da la impresión de que has estado juzgando varias situaciones, y que has resuelto que por suerte la otra persona ha experimentado un cambio físico. Comentar simplemente el buen aspecto del otro sin caer en las comparaciones de ningún tipo es una buena solución.
8 / 11 FOTO 8 | 8. “Eras demasiado bueno/a para esa persona”. La ruptura de un vínculo, ya sea personal o profesional, puede ser una situación traumática. Juzgar de esa manera la relación entre ambos sugiere que tu interlocutor tiene mal gusto o ha estado perdiendo el tiempo. Es mucho más práctico decir algo como “¡Él/ella se lo pierde!”.
9 / 11 FOTO 9 | 9. “Estás muy bien para tu edad”. No insinúes que la edad, o cualquier otro rasgo propio de una persona, es de partida insuficiente para que una persona sea atractiva, inteligente o agradable. Mejor centrarse directamente en los aspectos positivos sin tomar en cuenta otras características que, además, ni siquiera pueden elegirse.
10 / 11 FOTO 10 | 10. “Eso no es justo”. Ser tan categórico no ayuda en ninguna ocasión, pero desde luego si hay algo que definitivamente no hace es ayudar a limar las asperezas. En lugar de ello, puedes explicar de forma calmada cuál es tu opinión sobre un asunto concreto, dejando claro en todo momento que es una opinión personal.
11 / 11 FOTO 11 | 11. “Voy a hacer una pregunta absurda”. Si comienzas así una frase estarás proyectando ansiedad y una imagen insegura de ti mismo, y ten claro que la otra persona estará prevenido y tendrá una respuesta diferente a la que daría por defecto. Procura atacar las conversaciones de una forma más activa.
FOTOS | ¿Quién no ha tenido que aclarar alguna vez una frase que podría tomarse de diferentes maneras? A menudo, los comentarios aparentemente bienintencionados esconden mensajes sutiles no tan agradables.
Desde luego, no queremos decir que siempre que haya una segunda interpretación posible haya una sombra de sospecha sobre las intenciones del emisor; pero sí es importante, si se quiere ser un interlocutor inteligente y elegante, conocer las implicaciones que conllevan frases muy frecuentes que podrían afectar a las personas a las que nos dirigimos. Unos simples ajustes pueden mejorar tu conciencia sobre las relaciones sociales y evitar malos entendidos en el futuro.
Con ese fin, hay algunas frases que las personas que se caracterizan por su inteligencia emocional han borrado de su diccionario. Siempre es más fácil cambiar algunos aspectos de lo que decimos que dar explicaciones o pedir disculpas después de soltarlas.