FOTO 1 | Empatía en contra de la apatía. Existen muchos empleados que llegan a un trabajo porque les gusta lo que hacen allí, más allá del sueldo que se les dé. A veces las empresas no ofrecen ciertas flexibilidades que se esperan encontrar, y el trabajo se vuelve un desagrado por iniciativas como el control excesivo de actividades y la falta de apertura al cambio o a nuevas condiciones laborales.En este caso los jefes deben ser empáticos y ponerse en el lugar del trabajador, sobre todo en asuntos personales, que en muchas ocasiones puede ser urgente.

Hay diversas políticas que pueden facilitar este proceso, algunas de las cuales incluyen periodos para que sus empleados puedan dormir uno minutos luego del almuerzo, ya que 15 a 20 minutos de descanso aumenta el rendimiento laboral, según la investigación realizada por la revista Business Week. Otra opción son los días libres o medias jornadas después de algún evento o situación desgastante para los empleados, donde seguramente no se les pagó las horas extra de trabajo. (Foto: Difusión)
empleado feliz

| Para una empresa lo más importante es cumplir con los objetivos, pero uno de sus mayores problemas radica en cómo lo hacen. Claramente, los principales involucrados en este proceso son los empleados, quienes deben cumplir con obligaciones impuestas por sus jefes, pero bajo presión nadie es feliz y ni lo suficientemente productivo. Por esto debe existir respeto mutuo y el empresario debe saber designar las tareas justas y adecuadas para cada puesto, así quedará claro qué función es la que cumple cada trabajador de la empresa.

Conoce cuatro claves para tener colaboradores felices. Recuerda que tu capital humano es el principal recurso con el que cuenta tu empresa: