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Tal vez no estás en el dream job, aquel puesto prometido o en la mejor empresa, tal vez tu jefe es un perfecto cretino y no tienes con quien desahogarte en la oficina o quizá tienes a los peores socios o clientes en tu sector. No obstante, tus redes no son el lugar ideal para quejarte. Con eso solamente transmites negatividad y te conviertes en un elemento tóxico en tu negocio y lista de amigos.
En vez de eso, considera qué puedes hacer para mejorar tu entorno, tener una relación sana con tus jefes, ganarte al cliente o, si ves que eso es imposible, buscar nuevos horizontes. (Foto: iStock)
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1. Quejarte del trabajo

Tal vez no estás en el dream job, aquel puesto prometido o en la mejor empresa, tal vez tu jefe es un perfecto cretino y no tienes con quien desahogarte en la oficina o quizá tienes a los peores socios o clientes en tu sector. No obstante, tus redes no son el lugar ideal para quejarte. Con eso solamente transmites negatividad y te conviertes en un elemento tóxico en tu negocio y lista de amigos. En vez de eso, considera qué puedes hacer para mejorar tu entorno, tener una relación sana con tus jefes, ganarte al cliente o, si ves que eso es imposible, buscar nuevos horizontes. (Foto: iStock)

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Todos hemos tenido a esa amiga o contacto que tiene nuevo novio y es el amor de su vida, sube mil fotos y pensamientos para después terminar con él y decir mil en contra del susodicho como si se tratara del mal encarnado. Después vuelve a tener novio y se repite el ciclo.
Tal vez esa persona considere que es lo natural en una relación, pero verlo desde las gradas no es agradable. Pregúntate quién es tu público, los que ven todo eso y tal vez no te escribirán, pero te ubicarán perfectamente por tu inestable vida amorosa. (Foto: iStock)
2. Dramas personales

Todos hemos tenido a esa amiga o contacto que tiene nuevo novio y es el amor de su vida, sube mil fotos y pensamientos para después terminar con él y decir mil en contra del susodicho como si se tratara del mal encarnado. Después vuelve a tener novio y se repite el ciclo. Tal vez esa persona considere que es lo natural en una relación, pero verlo desde las gradas no es agradable. Pregúntate quién es tu público, los que ven todo eso y tal vez no te escribirán, pero te ubicarán perfectamente por tu inestable vida amorosa. (Foto: iStock)

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Se ha demostrado la utilidad de las redes sociales para levantar quejas contra un mal servicio o una marca en particular. Empresas como Banamex, HSBC, Correos de México y Telmex tienen equipos especializados en detectar y atender inconformidades de los usuarios para prevenir crisis, aunque también hay usuarios que solamente acuden a redes para quejarse de este tipo de cosas.
Es tan dañino el solamente escribir para quejarse como el no construir nada positivo. Es común que este tipo de usuarios tengan en común sus números bajos de seguidores (cuando son influencers o líderes de opinión, construyeron una base por lo que publican), así que procura que las quejas sean solamente una parte de todo lo que compartes en la red. (Foto: iStock)
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3. Quejas constantes

Se ha demostrado la utilidad de las redes sociales para levantar quejas contra un mal servicio o una marca en particular. Empresas como Banamex, HSBC, Correos de México y Telmex tienen equipos especializados en detectar y atender inconformidades de los usuarios para prevenir crisis, aunque también hay usuarios que solamente acuden a redes para quejarse de este tipo de cosas. Es tan dañino el solamente escribir para quejarse como el no construir nada positivo. Es común que este tipo de usuarios tengan en común sus números bajos de seguidores (cuando son influencers o líderes de opinión, construyeron una base por lo que publican), así que procura que las quejas sean solamente una parte de todo lo que compartes en la red. (Foto: iStock)

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Puede que seas el padre o madre más feliz del mundo por la llegada de tu bebé, que quieras compartir momentos a su lado y te guste que la familia se entere, le dé like y comente, pero debes establecer límites. No solamente porque resta tiempo a promover tu lado profesional, sino por motivos de seguridad.
Míralo desde el punto de vista de tu privacidad: hay casos de personas que ponen en qué barrio viven, a qué escuela van sus hijos, su rutina diaria, a dónde y cuándo van de vacaciones, el automóvil que compraron y más detalles que, a menos que tengas bien definidos tus filtros de privacidad, pueden estar disponibles para cualquier persona. ¿Te gustaría que alguien supiera dónde están tus hijos mientras trabajas? (Foto: iStock)
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4. Fotos “demasiado” personales

Puede que seas el padre o madre más feliz del mundo por la llegada de tu bebé, que quieras compartir momentos a su lado y te guste que la familia se entere, le dé like y comente, pero debes establecer límites. No solamente porque resta tiempo a promover tu lado profesional, sino por motivos de seguridad. Míralo desde el punto de vista de tu privacidad: hay casos de personas que ponen en qué barrio viven, a qué escuela van sus hijos, su rutina diaria, a dónde y cuándo van de vacaciones, el automóvil que compraron y más detalles que, a menos que tengas bien definidos tus filtros de privacidad, pueden estar disponibles para cualquier persona. ¿Te gustaría que alguien supiera dónde están tus hijos mientras trabajas? (Foto: iStock)

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Tal vez este debió ser el punto número uno. Se sabe que el 85% de los usuarios en redes sociales no generan contenido, pero lo comparten intensamente. Puede llegarte a la cabeza el caso del amigo que solamente comparte videos, memes, fotos, chistes y demás para que los otros se rían, amén de las mamás y tías que te llenan la memoria del teléfono con “bendiciones” vía WhatsApp.
Vamos más allá. Esto ha pasado: ¿qué sentirías si tu jefe, un cliente, compañero de trabajo o tu profesor te mandaran chistes sexistas, clasistas, homófobos, con fotos explícitas y lenguaje altisonante? Si eres esa persona famosa en sus grupos de amigos por enviar este tipo de contenido, déjame decirte que no estás dando la mejor impresión. (Foto: iStock)
5. Chistes y memes de mal gusto

Tal vez este debió ser el punto número uno. Se sabe que el 85% de los usuarios en redes sociales no generan contenido, pero lo comparten intensamente. Puede llegarte a la cabeza el caso del amigo que solamente comparte videos, memes, fotos, chistes y demás para que los otros se rían, amén de las mamás y tías que te llenan la memoria del teléfono con “bendiciones” vía WhatsApp. Vamos más allá. Esto ha pasado: ¿qué sentirías si tu jefe, un cliente, compañero de trabajo o tu profesor te mandaran chistes sexistas, clasistas, homófobos, con fotos explícitas y lenguaje altisonante? Si eres esa persona famosa en sus grupos de amigos por enviar este tipo de contenido, déjame decirte que no estás dando la mejor impresión. (Foto: iStock)

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Sí, hay que hablar de esto y aplica para ambos sexos: qué bonito que tus papás te hicieron con amor y tienes un rostro bello o un cuerpo perfecto producto de horas del gimnasio, pues es difícil resistirse a presumirlo, incluso puedes atraer a fans y posibles conquistas, pero si lo que quieres es dar una imagen profesional, tal vez no es lo ideal.
Es más, supongamos que en algún momento decides que tu trabajo hable por ti, pero siguen esas fotos en tus perfiles, a la par que llegan contactos profesionales. ¿Te siguen y te hablan por tu trabajo y conocimiento o porque “te les antojaste” en tus fotos? Piénsalo. (Foto: iStock)
6. Sexyfotos

Sí, hay que hablar de esto y aplica para ambos sexos: qué bonito que tus papás te hicieron con amor y tienes un rostro bello o un cuerpo perfecto producto de horas del gimnasio, pues es difícil resistirse a presumirlo, incluso puedes atraer a fans y posibles conquistas, pero si lo que quieres es dar una imagen profesional, tal vez no es lo ideal. Es más, supongamos que en algún momento decides que tu trabajo hable por ti, pero siguen esas fotos en tus perfiles, a la par que llegan contactos profesionales. ¿Te siguen y te hablan por tu trabajo y conocimiento o porque “te les antojaste” en tus fotos? Piénsalo. (Foto: iStock)

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¿Qué no todo lo anterior se refiere a no compartir lo que se hace? Sí, pero me refiero a lo que se hace profesionalmente. Puede que tu empresa no esté en su mejor momento, que odies tu trabajo, tengas una vida familiar o amorosa decepcionante (o una ejemplar, ¡felicidades!), un cuerpo bello y un sentido del humor fantástico, pero si no pones lo que sabes, aprendes y te nutre profesionalmente, las redes sociales son solamente un hobby que consume tiempo.
Recuerda que un buen hobby no solamente te da esparcimiento, sino que te da oportunidad de expresarte y dar a conocer a otros lo que haces. Así como el golf ayuda a cerrar tratos de negocios y la lectura ayuda a mejorar el lenguaje y conocimiento, las redes sociales permiten acercarte a otros profesionistas, clientes y contactos profesionales que de otra manera no hubieras podido alcanzar. (Foto: iStock)
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7. No compartir lo que haces

¿Qué no todo lo anterior se refiere a no compartir lo que se hace? Sí, pero me refiero a lo que se hace profesionalmente. Puede que tu empresa no esté en su mejor momento, que odies tu trabajo, tengas una vida familiar o amorosa decepcionante (o una ejemplar, ¡felicidades!), un cuerpo bello y un sentido del humor fantástico, pero si no pones lo que sabes, aprendes y te nutre profesionalmente, las redes sociales son solamente un hobby que consume tiempo. Recuerda que un buen hobby no solamente te da esparcimiento, sino que te da oportunidad de expresarte y dar a conocer a otros lo que haces. Así como el golf ayuda a cerrar tratos de negocios y la lectura ayuda a mejorar el lenguaje y conocimiento, las redes sociales permiten acercarte a otros profesionistas, clientes y contactos profesionales que de otra manera no hubieras podido alcanzar. (Foto: iStock)

Hay que admitir que las redes sociales no son un reflejo fiel de la vida real y mucho de lo mejor que nos va a ocurrir a lo largo de nuestras vidas no sucederá frente a la pantalla.  Sin embargo, son un canal de comunicación muy visible: a través de ellas expresamos lo que pensamos, sentimos, los temas que consideramos interesantes o lo que aspiramos a lograr personal y profesionalmente, según el portal .

Con esto en mente, debemos aclarar que todo aquello que publicamos en la red afecta de una u otra forma en cómo nos perciben los demás. Incluso hay reclutadores que piden a sus prospectos sus cuentas en redes sociales personales (a fin de conocer a qué gente podrían o no estar contratando) o clientes que buscarán a tu empresa antes de decidir sobre su propuesta. ¿Vale la pena invitar al equipo a alguien que se queja de su anterior trabajo o su ex jefe? No parece sensato.

Podrías pensar, como muchos, que son tus redes y haces con ellas lo que quieras. Tienes razón, de la misma manera en que la empresa estaría en su derecho de negarte el empleo o el cliente de rechazar el proyecto por lo que publicas.

La buena noticia es que también puedes poner dichas redes a trabajar a tu favor para promover lo que haces, ganar clientes, aumentar tus ingresos y convertirte en una voz importante en tu ramo.

Por eso, empecemos por lo rudo: ¿Qué hacemos a diario en redes sociales que afecta nuestra marca personal?

Veamos:

1. Quejarte del trabajo

Tal vez no estás en el dream job, aquel puesto prometido o en la mejor empresa, tal vez tu jefe es un perfecto cretino y no tienes con quien desahogarte en la oficina o quizá tienes a los peores socios o clientes en tu sector. No obstante, tus redes no son el lugar ideal para quejarte. Con eso solamente transmites negatividad y te conviertes en un elemento tóxico en tu negocio y lista de amigos.

En vez de eso, considera qué puedes hacer para mejorar tu entorno, tener una relación sana con tus jefes, ganarte al cliente o, si ves que eso es imposible, buscar nuevos horizontes.

2. Dramas personales

Todos hemos tenido a esa amiga o contacto que tiene nuevo novio y es el amor de su vida, sube mil fotos y pensamientos para después terminar con él y decir mil en contra del susodicho como si se tratara del mal encarnado. Después vuelve a tener novio y se repite el ciclo.

Tal vez esa persona considere que es lo natural en una relación, pero verlo desde las gradas no es agradable. Pregúntate quién es tu público, los que ven todo eso y tal vez no te escribirán, pero te ubicarán perfectamente por tu inestable vida amorosa.

3. Quejas constantes

Se ha demostrado la utilidad de las redes sociales para levantar quejas contra un mal servicio o una marca en particular. Empresas como Banamex, HSBC, Correos de México y Telmex tienen equipos especializados en detectar y atender inconformidades de los usuarios para prevenir crisis, aunque también hay usuarios que solamente acuden a redes para quejarse de este tipo de cosas.

Es tan dañino el solamente escribir para quejarse como el no construir nada positivo. Es común que este tipo de usuarios tengan en común sus números bajos de seguidores (cuando son influencers o líderes de opinión, construyeron una base por lo que publican), así que procura que las quejas sean solamente una parte de todo lo que compartes en la red.

4. Fotos “demasiado” personales

Puede que seas el padre o madre más feliz del mundo por la llegada de tu bebé, que quieras compartir momentos a su lado y te guste que la familia se entere, le dé like y comente, pero debes establecer límites. No solamente porque resta tiempo a promover tu lado profesional, sino por motivos de seguridad.

Míralo desde el punto de vista de tu privacidad: hay casos de personas que ponen en qué barrio viven, a qué escuela van sus hijos, su rutina diaria, a dónde y cuándo van de vacaciones, el automóvil que compraron y más detalles que, a menos que tengas bien definidos tus filtros de privacidad, pueden estar disponibles para cualquier persona. ¿Te gustaría que alguien supiera dónde están tus hijos mientras trabajas?

5. Chistes y memes de mal gusto

Tal vez este debió ser el punto número uno. Se sabe que el 85% de los usuarios en redes sociales no generan contenido, pero lo comparten intensamente. Puede llegarte a la cabeza el caso del amigo que solamente comparte videos, memes, fotos, chistes y demás para que los otros se rían, amén de las mamás y tías que te llenan la memoria del teléfono con “bendiciones” vía WhatsApp.

Vamos más allá. Esto ha pasado: ¿qué sentirías si tu jefe, un cliente, compañero de trabajo o tu profesor te mandaran chistes sexistas, clasistas, homófobos, con fotos explícitas y lenguaje altisonante? Si eres esa persona famosa en sus grupos de amigos por enviar este tipo de contenido, déjame decirte que no estás dando la mejor impresión.

6. Sexyfotos

Sí, hay que hablar de esto y aplica para ambos sexos: qué bonito que tus papás te hicieron con amor y tienes un rostro bello o un cuerpo perfecto producto de horas del gimnasio, pues es difícil resistirse a presumirlo, incluso puedes atraer a fans y posibles conquistas, pero si lo que quieres es dar una imagen profesional, tal vez no es lo ideal.

Es más, supongamos que en algún momento decides que tu trabajo hable por ti, pero siguen esas fotos en tus perfiles, a la par que llegan contactos profesionales. ¿Te siguen y te hablan por tu trabajo y conocimiento o porque “te les antojaste” en tus fotos? Piénsalo.

7. No compartir lo que haces

¿Qué no todo lo anterior se refiere a no compartir lo que se hace? Sí, pero me refiero a lo que se hace profesionalmente. Puede que tu empresa no esté en su mejor momento, que odies tu trabajo, tengas una vida familiar o amorosa decepcionante (o una ejemplar, ¡felicidades!), un cuerpo bello y un sentido del humor fantástico, pero si no pones lo que sabes, aprendes y te nutre profesionalmente, las redes sociales son solamente un hobby que consume tiempo.

Recuerda que un buen hobby no solamente te da esparcimiento, sino que te da oportunidad de expresarte y dar a conocer a otros lo que haces. Así como el golf ayuda a cerrar tratos de negocios y la lectura ayuda a mejorar el lenguaje y conocimiento, las redes sociales permiten acercarte a otros profesionistas, clientes y contactos profesionales que de otra manera no hubieras podido alcanzar.

Así, lo recomendable es compartir lo que haces profesionalmente: qué noticias te interesan, qué proyectos buscas iniciar, a qué eventos o congresos te interesa asistir, tal vez algún escrito que hayas hecho sobre el sector, alguna colaboración académica, un proyecto escolar, recomendaciones de libros que te cambiaron la vida. Incluso puede que halles a quienes compartan las mismas pasiones y te ayuden a crecer.

Y bueno, he escrito mucho de lo que no se debe hacer. En el siguiente post te comentaré de acciones puntuales que puedes hacer en redes sociales para construir tu marca personal.