La industria gastronómica en Lima ha mostrado un crecimiento progresivo en los últimos años, aunque con nuevos desafíos vinculados al control de costos, digitalización y fidelización del cliente. En este contexto, destaca Tierra de Fuego, un restaurante fundado por Carolina Biggio, quien fusionó su experiencia en consultoría empresarial con una propuesta gastronómica centrada en carnes al cilindro y parrillas.
El modelo, según explica, prioriza no solo la calidad del producto, sino la estandarización de procesos, atención personalizada y construcción de comunidad. “Teníamos clara la idea de que la gastronomía también es gestión”, comenta Carolina Biggio. En este entorno, proyectos que integran visión empresarial y una propuesta culinaria innovadora han logrado consolidarse en zonas competitivas como el Óvalo Gutiérrez, donde confluyen públicos de Miraflores y San Isidro.
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Del diagnóstico empresarial al sabor tradicional
Antes de abrir el restaurante, Carolina Biggio lideró un proceso de validación del concepto, realizando más de 200 entrevistas con potenciales clientes, vecinos y empresarios del sector. La información obtenida permitió definir el tipo de carta, rango de precios y los valores diferenciales del local: cocina al carbón y al cilindro, atención directa de los socios y un ambiente donde el cliente pueda sentirse parte del proceso.
Desde su apertura, Tierra de Fuego ha desarrollado herramientas internas para mejorar la gestión diaria. Entre ellas, un manual de operaciones que permite que cualquier colaborador entienda cómo actuar en distintas situaciones. “Uno de nuestros principales activos es la consistencia”, señala Carolina Biggio. Esto les ha permitido mantener estándares de calidad y servicio en un rubro donde la rotación de personal y la informalidad son factores comunes.
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Un restaurante con visión de largo plazo
Tierra de Fuego no se proyecta como un negocio efímero. Desde su concepción, se planteó como una marca con potencial de expansión controlada. En ese sentido, ya evalúan implementar servicios de capacitación interna y establecer alianzas con proveedores estratégicos que compartan su visión de calidad y cumplimiento.
Además, trabajan en mejorar sus canales digitales para fortalecer la relación con clientes recurrentes, incorporar un sistema de reservas optimizado y facilitar experiencias como cenas privadas o eventos corporativos. “La competencia no está solo en la comida, sino en la experiencia completa que ofrecemos”, sostiene Carolina Biggio. En un mercado cada vez más exigente, Tierra de Fuego apuesta por diferenciarse a través de procesos claros, pasión por la cocina y una visión empresarial aplicada al detalle.