
“La presidencia de Dina Boluarte es la que más suerte ha tenido con las condiciones internacionales desde 1974”, comenta Waldo Mendoza al empezar la entrevista, y recuerda lo que se prevé para los términos de intercambio. “Esta variable, a finales del 2024, ha estado en su nivel más alto desde 1974. Y, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), en el 2026, esa variable alcanzaría su nivel más alto desde 1951”, explica. Pese a ello, reconoce, no crecemos a tasas altas (pero sí por sobre nuestro potencial).
En la parte interna, la política macroeconómica tiene dos grandes brazos: monetario y fiscal. Para Mendoza, el brazo monetario está funcionando muy bien porque Perú tiene un BCR “de primer mundo”, mientras que con el brazo fiscal “el país está empezando a tener problemas”.
“(...) la política fiscal está en, diría, su peor momento desde 1989. No he visto en todo ese periodo ministerios de economía tan tolerantes y tan poco preocupados por la sostenibilidad fiscal”, apunta. Uno de los temores de Mendoza es que, entre otros riesgos, Perú pierda grado de inversión.
De hecho, el economista insistió que medidas de parte del Congreso de la República y respaldadas por el Poder Ejecutivo, como el ajuste al Impuesto General a las Ventas (IGV) para darle más recursos al Fondo de Compensación Municipal (Foncomun), la nueva Ley Agraria (que bajará a 15% la tasa del Impuesto a la Renta para el sector), entre otros, no favorecen a esta situación.
LEA TAMBIÉN: Peruanos quieren ganar S/ 3,252 al mes en promedio: ¿a qué puestos de trabajo apuntan?
-¿Cómo entender el último cambio de ministro en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)? ¿Ha perdido su fortaleza? ¿El Congreso prácticamente es el nuevo jugador clave?
Creo que tiene que ver con la debilidad del Gobierno peruano frente al Congreso. Hace unos años, el entonces ministro de la cartera, Álex Contreras, intentó hacer una “contabilidad creativa” para cumplir con el “techo” del déficit fiscal y aun así no pudo. Luego, José Arista —cuando era titular del MEF— nunca estuvo interesado en la responsabilidad fiscal y su déficit subió al nivel más alto de los últimos 25 años (3.5% del PBI).
Posteriormente, le siguió José Salardi, que entró con buenos brillos, pero pareciera haber sido “capturado” por el sector privado porque él aplaudió medidas de extensión de beneficios tributarios.
-Si tuviera que resumir al actual MEF de hoy, cuál sería la palabra que usaría: ¿debilidad, fragilidad…?
Fragilidad. Creo que la política fiscal no la está haciendo el MEF, eso está claro. La están haciendo entre el Congreso y algunas cosas que se le ocurren al Poder Ejecutivo. No veo al MEF haciendo la tarea que siempre ha hecho. La tecnocracia debe estar muy molesta con lo que están haciendo los mandamases del Ministerio de Economía y Finanzas.
-Viendo “la foto” de hoy para la economía, ¿cómo se le estaría entregando a un próximo gobierno los indicadores relevantes?
El siguiente gobierno va a tener la buena suerte de recibir un país con una inflación que seguramente va a estar por debajo del 2%.
Por otro lado, la otra buena noticia es que si los cálculos que tiene el BCRP se cumplen, los términos de intercambio van a estar incluso por encima de lo que ahora están, o sea que quien sea el nuevo presidente, puede ser incluso más suertudo que Dina Boluarte.
La mala noticia va a ser esencialmente la fiscal. Por ello, la tarea más importante de la siguiente administración va a ser poner un ministro de Economía serio, severo, amante de la responsabilidad fiscal, que ayude a ordenar esta casa que está desordenada.
LEA TAMBIÉN: ¿Quién debe pagar los arbitrios? La respuesta está en la ordenanza municipal
-¿Diría que el quiebre que le dio “más poder” al Congreso está relacionado con lo que sentenció el Tribunal Constitucional (TC)?
Fue una medida muy oscura hace tres años. Ante una situación en la que claramente se incumplía con el artículo 79 de la Constitución, el TC dijo que no era inconstitucional y lo sustentó de una manera que hace sonrojar a los estudiantes de primer ciclo de macroeconomía.
Por otro lado, el TC —sin sonrojarse— dijo también que esa restricción de la iniciativa de gasto se cumplía solamente para el periodo corriente, para el año en curso.
Eso le dio espaldas al Congreso para hacer todo lo que ya todos sabemos que ha hecho. El TC, lamentablemente, un organismo que debería estar encargado de ser cuidadoso, responsable, le quitó al MEF una herramienta que era importante.
-¿Qué piensa del octavo retiro de las AFP?
Al inicio decía algo clave: este Gobierno probablemente esté envuelto en una temporada de la mayor suerte de los últimos años. ¿Aún se puede aprovechar?
Que dejen de subir el gasto público, que terminen de reducir la tributación a través de estos beneficios tributarios, que hagan el intento de observar las leyes, que vayan al TC.
Al Congreso ya es difícil exigirle algo. Allí en el mediano plazo yo creo que el Perú debe tener en el Parlamento algo como la oficina de presupuesto del Congreso Norteamericano, que está compuesta por un conjunto de tecnócratas independientes que sirven por igual a republicanos y a demócratas. Las leyes más importantes que quiere dar el Congreso en EE.UU. pasan por esa tecnocracia.
LEA TAMBIÉN: ¿Quién debe pagar los arbitrios? La respuesta está en la ordenanza municipal
-Con dos años de incumplimiento de las reglas fiscales, ahora se habla que se hará un cambio. ¿Le preocupa?
La ley fiscal, la primera que se hizo en 1999, decía: “Quiero que este país no tenga más de 1% del producto interno (en déficit fiscal)”.
Esa es la política a la que debemos tender, esa es la política con la que vamos a sentirnos únicos en América Latina, donde nuestro grado de inversión va a estar garantizado, la prima de riesgo va a ser bajísima, las calificadoras nos van a aumentar de nota, a eso hay que tender.
Por esto que me preocupa que ya bastante tiempo, contemos la historia que “en los siguientes 5 años” ya vamos a estar en 1%; esos 5 años ya se han convertido casi en 15 años. Creo que hay que volver a recuperar la fortaleza y así como el BCRP “mata” por su 2% de inflación, el Gobierno tiene que “matar” por su 1% del PBI.
-¿Crees que esta situación del ajuste de la regla fiscal, o lo que es peor, que pese al ajuste no se cumple otra vez, nos lleve a una evaluación de las calificadoras?
Paso a paso nos estamos ganando a pulso ese hecho.
-¿Si se ajusta la regla fiscal —de 2.2% a 2.5% el PBI—, le parece óptimo?
Lo que pasa es que nadie nos cree. En el caso anterior era por quien cumplieron la regla y en el caso de este año va a cumplir “con truco”. Es decir, mi valla era un metro y medio, no puedo saltar, lo bajo a medio metro y salto. En una de esas no alcanza ni el medio metro, eso sería peor, entonces ya como que estuviesen haciendo una “broma fiscal”.
-¿Qué piensa de proyectos vinculados a dar más beneficios a los Contrato Administrativo de Servicios (CAS) u homologar a los trabajadores del régimen 276?
Ambos apuntan a lo mismo: elevar el déficit fiscal, la deuda pública y poner en peligro el nuevo límite fiscal, de 2.5% del PBI que el mismo Gobierno se ha comprometido.
LEA TAMBIÉN: Petróleo internacional se dispara, ¿Perú se alista para ver estragos en sus precios?
Los beneficios tributarios “eternos” en el Perú
El Gobierno parece apoyar algunas iniciativas legislativas que darían beneficios tributarios a distintos sectores, por ejemplo, la creación de las Zonas Económicas Especiales, las Zonas de Desarrollo Turístico, la nueva Ley Agraria.
Al respecto, Mendoza mencionó que no es “enemigo” de las exoneraciones porque sin estas el Perú no tendría la agroexportación que posee. Sin embargo, fue enfático al decir que “beneficios o exoneraciones tributarias son apoyos transitorios para impulsar un sector infante. Cuando ese sector, como un bebé, ya sabe caminar, correr, la teoría económica dice que esos beneficios hay que quitarlos gradualmente”.
Además, insistió que solo poniendo “tasas de 0% de impuestos” no se va a conseguir nada, mientras no estén acompañadas de otras acciones como eliminar todos los cuellos de botella en las actividades económicas.