La venta de vehículos usados (livianos y pesados) se situó en 571,261 en el 2021, lo que evidenció un crecimiento de 34.32% respecto al año anterior y 9.86% en comparación con el 2019, informó la Asociación Automotriz del Perú (AAP).
Las transferencias de vehículos livianos usados durante el 2021 llegaron a las 509,460 unidades, 35.42% por encima de lo registrado en el 2020 y 8.32% más que lo registrado en el 2019. De igual manera, ese mismo año se realizaron 61,801 transferencias de vehículos pesados, 25.85% y 24.47% más que en el 2020 y 2019; respectivamente.
El comportamiento de las transferencias vehiculares en el año 2021 se explica por diversos motivos, entre ellos la recuperación gradual de la economía luego de la primera ola y segunda ola de contagios del COVID-19, que golpeó severamente la mayoría de los sectores y deterioró la capacidad adquisitiva de las familias.
En ese sentido, tras la paulatina reapertura de casi todas las actividades económicas y la disminución de las restricciones implementadas por el Gobierno durante el Estado de Emergencia a lo largo del año que acaba de terminar, se observa una recuperación en la generación de ingresos por parte de las empresas, así como del mercado laboral, impulsando un mayor dinamismo de la demanda por los referidos vehículos.
Según Alberto Morisaki, gerente de estudios económicos de la AAP, otro elemento que ha favorecido el aumento de este tipo de transferencias ha sido la mayor oferta y espacios (especialmente virtuales) donde se ofrecen estos vehículos.
La necesidad de adquirir bienes de transporte que permitan viajar con seguridad y mantener el distanciamiento social en el contexto actual de pandemia ha llevado a que empresas especializadas en ofrecer plataformas digitales para la compra y venta de vehículos usados destinen mayores recursos en potenciarlas, dándole mayores opciones a los consumidores, que desde la comodidad de su hogar pueden tener acceso a toda una gama de características de los vehículos ofrecidos, lo que facilita la elección y adquisición.
Para el presente año, refiere Morisaki, se espera que el dinamismo del mercado de vehículos usados continúe por buen rumbo. Por un lado, la demanda continuaría aumentando, dado que se prevé que la pandemia aun obligaría a mantener el distanciamiento social, y por ende llevaría a que las personas se decidan a adquirir bienes de transporte que cumplan dicho objetivo. De igual manera, el auge de las plataformas digitales y más empresas incursionando en este segmento del mercado serviría para seguir impulsado la oferta.