Actualmente, la proyección base para la venta de vehículos livianos es de 2% al cierre del 2022. Sin embargo, hay riesgos de oferta y demanda que podrían hacer que, incluso, haya una contracción este año, señaló Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP).
“Hoy esperamos que la reactivación de la economía empuje la venta de autos, pero se contempla también un escenario pesimista de una caída de 2% por la continuidad o recrudecimiento de diversos factores. En el escenario positivo se podría terminar el año con 160 mil unidades vendidas, mientras que en el negativo la cifra sería de 154 mil”, indicó.
Inflación y subempleo
Comentó que la reducción en la capacidad adquisitiva por la inflación impacta en mercados como el de vehículos, pues merma la confianza de las personas.
“La confianza del consumidor, hoy es negativa y lo que más la impacta es el entorno de precios. De prolongarse este escenario el impacto sería cada vez más nítido”, indicó.
La inflación a nivel nacional en los últimos 12 meses llegó a una cifra récord en diez años y se ubicó en 8.62% al cierre de abril (7.97% en Lima Metropolitana), según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Se considera también que muchas personas enfrentan el actual contexto de aumento de precios con un empleo de menor calidad (en referencia al subempleo), lo que también es un determinante para una menor venta de vehículos.
Cabe resaltar que, según el INEI, en el año 2021, la población subempleada alcanzó los 8′588,100 personas, cifra que creció en 5.8% (469,900 personas) frente a la cifra del 2020.
“Una inflación alta con empleos de baja calidad, podría terminar impactando al mercado de vehículos. También se considera el ajuste que pueda hacer el Banco Central de Reserva para controlar la inflación, pues esto aumenta los costos de financiamiento”, apuntó Morisaki.
Propuestas radicales y conflictos sociales
Mencionó que la continuidad de propuestas como la de un referéndum para convocar a una asamblea constituyente dañan la inversión privada, lo que repercute en la generación de empleos de calidad y, con ello, en la disponibilidad de ingresos para la compra de autos.
“Este factor también presiona el tipo de cambio hacia arriba, lo que termina por aumentar los precios de la importación de vehículos”, apuntó.
Señaló también que los conflictos sociales, en especial mineros, además de tener impacto en las expectativas de inversión, traen hacia abajo la demanda de algunos segmentos de vehículos.
“La minería es intensiva en la demanda de pickups o camiones, por lo que las paralizaciones en sus actividades afectarían a estos segmentos”, apuntó.
Actualmente, las operaciones en Las Bambas están paralizadas desde el 20 de abril y recientemente se reanudaron las de Cuajone de Southern Perú.
Desabastecimiento
Morisaki comentó que otro factor a considerar es los problemas de abastecimiento debido al cese de actividades en países como China por el control del COVID-19. “China es un productor importante de vehículos, por lo que el cierre de fábricas debido a rebrotes del virus afecta el suministro de estos bienes”.
Asimismo, la guerra entre Rusia y Ucrania complica el panorama, pues estos países son productores de insumos importantes para la fabricación de autos, según Morisaki.
Cabe resaltar que Rusia y Ucrania producen gas neón y paladio, insumos para la producción de chips semiconductores. El paladio también se usa en catalizadores de automóviles y Rusia es uno de los principales productores de platino en el mundo, el cual es usado en esos catalizadores.
“Por ahora hay una importación relevante de vehículos. Sin embargo, se ve que ciertas marcas o modelos no hay en el mercado debido a China y la guerra. Además, en los últimos meses, antes de que vuelva la propuesta de la asamblea constituyente, los precios han subido a pesar de que el tipo de cambio estuvo bajando. Ello podría responder también a estos factores (China y guerra de Rusia), y el que aún se mantengan elevados los costos de los fletes”, apuntó Morisaki.
En corto
La venta de vehículos livianos en los primeros cuatro meses ha crecido alrededor de 11% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, este registro también se explica por el confinamiento que hubo en febrero del 2021. “En el primer trimestre se vio un crecimiento cerca de 15% y cuando se toma abril, el avance es de 11%”, dijo Morisaki.