Con la finalidad de incrementar su exportación en los mercados, el Instituto Nacional de Calidad (Inacal) aprobó una norma técnica que establece requisitos mínimos de calidad que deben cumplir las uvas de mesa para su comercialización.
“En los últimos meses los despachos de uva al exterior se incrementaron considerablemente. En ese sentido, desde el Inacal, buscamos promover el uso de esta norma técnica para obtener un producto idóneo que cumpla con los estándares de calidad y seguridad exigidos en los distintos mercados del mundo”, dijo la presidenta ejecutiva de la institución, Clara Gálvez.
Señaló que la uva peruana es considerada uno de los productos agrícolas con mayor demanda en los mercados internacionales. En el 2020 en plena de pandemia, este importante fruto alcanzó una cifra récord en exportaciones de US$ 1,046 millones.
Sus principales mercados fueron: Estados Unidos, China, la Unión Europea, México, Canadá, España e Inglaterra, según datos oficiales del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).
Requisitos para las uvas
Inacal precisó que la norma técnica de la uva de mesa es aplicable a las variedades comerciales de los racimos de uvas de mesa obtenidas de la especie Vitis vinifera L, pertenecientes a la familia Vitaceae, que habrán de suministrarse frescas al consumidor, después de su acondicionamiento y envasado. Se excluyen las uvas destinadas a elaboración industrial.
Además, los racimos y las bayas de uva deben estar sanos, limpios, prácticamente libres de cualquier materia extraña visible, plagas, podredumbre o deterioro, que afecten el aspecto general del producto.
Incluso, no deben presentar humedad externa anormal, salvo la condensación consiguiente a su remoción de una cámara frigorífica; así como sabores u olores extraños. Los granos de uva deberán estar bien formados y desarrollados con un grado de madurez satisfactorio de acuerdo con la variedad.
También establecen la clasificación de las uvas de mesa en Categoría Extra (deberán ser de calidad superior y característicos de la variedad); Categoría I (tienen que ser de buena calidad); y Categoría II (comprende las uvas que no pueden clasificarse en las categorías superiores, pero satisfacen los requisitos mínimos de calidad).
La entidad mencionó que los racimos de uvas deberán estar envasados de tal manera que el producto quede correctamente protegido. Además, los materiales utilizados en el interior del envase deberán ser de primer uso, estar limpios y de calidad a fin de evitar cualquier daño externo o interno al producto.