Tras ampliarse la moratoria a la liberación al ambiente de los Organismo Vivos Modificados (OVM), conocidos como transgénicos, hasta diciembre del año 2035 en el Perú, algunos pasos han comenzado a darse para detectar oportunamente su ingreso irregular al país.
El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) reveló a Gestión.pe que para enero del 2022 comenzará a funcionar el único laboratorio del país que estará a cargo de la detección y evaluación de los OVM a nivel nacional. Su inversión significó un desembolso de S/ 7.5 millones.
Las semillas importadas y producidas en territorio peruano, especialmente de maíz amarillo, arroz, algodón así como maíz amiláceo, serán su principal foco de atención. “Cuando el laboratorio detecte algún gen (evento genético en transgénico) la autoridad que es el Ministerio del Ambiente (Minam), se encargará del control de los cultivos y semillas”, explicó el jefe del INIA, Jorge Maicelo Quintana.
“El análisis se realizará en un máximo de cuatro días y si la semilla no contiene OVM se emitirá un certificado de no presencia de transgénico”, añadió. Precisó, además, que el laboratorio está preparado para servicios de mediana y gran escala.
Detalló que son los agroexportadores los que tienen una demanda mayor del servicio, específicamente ante la necesidad de presentar el certificado de no presencia de OVM. Toda persona que esté interesada en verificar si un producto contiene transgénico podrá acudir al laboratorio. El costo del análisis será de S/ 471.50.
Cabe indicar que en 1999 se promulgó la Ley N° 27104, Ley de prevención de riesgos derivados de la biotecnología, que establecía una evaluación de todos los transgénicos introducidos o producidos en el país; sin embargo, por falta de desarrollo tecnológico y equipamiento adecuado de laboratorios, la ley nunca fue implementada completamente, por lo que en el 2011 se aprobó la primera moratoria para la aplicación de la norma. En el 2020 se aprobó la segunda prórroga.
Nuevas variedades
El INIA cerró el 2020 y 2021 con la liberación de hasta nueve variedades nuevas de cultivos, entre las que se destacan una nueva variedad de camu camu, quinua y papa. Incluso la tercera raza de cuy. Para el 2022, la meta sería alcanzar las diez liberaciones, y seis nuevas tecnologías.
Así, entre los cultivos con potencial para la agroexportación se tiene programado para el segundo semestre del 2022 liberar la primera variedad de maracuyá que habría demostrado tener buenos rendimientos en las zonas de Chimbote (Áncash), Olmos (Lambayeque) y Barranca (Lima).
Perú, pese a los problemas que ha tenido el cultivo, es el principal exportador de maracuyá del mundo. En el 2020 produjo 80,219 toneladas, un crecimiento de 24.8% frente al 2019.
Asimismo, en la Estación Experimental de Junín se realizó la investigación para una nueva variedad de alcachofa que será liberada el próximo año, “con características para el comercio internacional por el tamaño promedio que alcanzaría”, detalló Maicelo, quien señaló que la ejecución del gasto del INIA terminaría el año con más del 90% de avance.