La economía peruana está débil. En los primeros cinco meses del año, la producción nacional se contrajo 0.49%, con seis sectores clave “en rojo”: agropecuario, pesca, manufactura, construcción, telecomunicaciones y otros servicios de información, y financieros y seguros. Aunque aún no sale la cifra oficial de junio, ya diversos analistas estiman un primer semestre en negativo.
De cara al segundo semestre, ¿qué se espera para el país y las distintas actividades? Gestión consultó a representantes de diferentes gremios en el país para conocer su percepción de la segunda mitad del 2023.
Una perspectiva pesimista
Para Alfonso Bustamante Canny, presidente de Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), el segundo semestre no se ve muy positivo por los potenciales efectos del fenómeno de El Niño, la caída en el sector construcción y las bajas expectativas con respecto a la minería.
“La segunda mitad del año estará influenciada por los efectos que va a generar el fenómeno de El Niño. Por el lado de la pesca, no habrá temporada de pesca de anchoveta. El sector registró una caída de 71% (en mayo)”, subrayó.
Además, agregó, por el lado del sector agropecuario, agricultores del sur reportaron una baja de producción y en la costa norte y central los productos de la agroexportación reportan caídas de entre 15% y 50%, vinculados a factores climáticos.
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Minería y construcción
Bustamante comparte también su preocupación por los sectores construcción y minería.
“En el sector construcción hay una menor ejecución en los proyectos de infraestructura y un bajo dinamismo de la autoconstrucción. El sector acumula una caída de 10%”, comentó.
El gremio de construcción comparte esta visión. Jorge Zapata, presidente de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), considera que “para que el resultado del año no sea negativo, el sector debería crecer al menos 8% en el segundo semestre, situación muy difícil de lograr dada la falta de nuevas inversiones en el sector”.
Esta situación se facilitaría, cree, si desde el Gobierno se impulsan medidas que permitan tener predictibilidad con relación al funcionamiento de los programas de vivienda social, se lanzan nuevos proyectos de infraestructura y se generan obras de impacto inmediato para la prevención de un posible fenómeno de El Niño.
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Por el lado de la minería, Bustamante agregó, Apoyo Consultoría señala que solo estará en construcción un proyecto grande, la ampliación de Toromocho, y dos proyectos medianos, San Gabriel y la optimización de Inmaculada. “No comenzará la ejecución de ningún proyecto de gran escala”, anotó.
Contrariamente, Victor Gobitz, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), ve un mejor panorama y espera un segundo semestre mucho más dinámico que el mismo periodo del 2022.
“En la medida en que estamos viendo el efecto pleno de la producción de Quellaveco y esperamos que no haya mayores dificultades en lo que resta del año en el Corredor Sur, en el 2023 tendríamos un crecimiento en producción con respecto al 2022. Si además Las Bambas sigue operando de manera normal, podríamos tener un acumulado del 2023 de 2.5 a 2.6 millones de toneladas al año, mayor al año anterior”, señaló Gobitz.
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Manufactura
La manufactura no primaria, la de mayor valor agregado, ha caído 7.48% en lo que va del año, a mayo. Para el cierre del 2023, la expectativa es de un “crecimiento” de 0%, de acuerdo con data el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
Jesús Salazar Nishi, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), es aún más pesimista. “Es posible que el sector manufactura tenga un retroceso entre el 1% y 2%”, estima.
ASBANC: La Asociación de Bancos del Perú (Asbanc) tiene expectativas positivas. Su presidente, Martín Naranjo, espera ver “señales claras de recuperación económica, la cual debe incrementar el acceso de más peruanos a todo tipo de servicios, especialmente en las regiones menos atendidas”. “Para esto es importante recuperar la confianza –tanto de las familias en todo el país como de los inversionistas- y tomar acción para enfrentar de la mejor manera posible los riesgos climatológicos inminentes, como el fenómeno de El Niño”, señaló.
El sector exportador
Para Julio Perez Alván, presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), se proyecta una caída de 0.7% de las exportaciones totales al cierre del 2023.
“Esta estimación está basada, principalmente, en la disminución de los envíos tradicionales (proyectada con una tasa de -2.7% al cierre del 2023) por descensos en los despachos de hidrocarburos, harina de pescado y agrícolas; y una desaceleración de los envíos con valor agregado que cerraría el año con un alza de 4.3%, cifra que se encontraría muy por debajo del crecimiento promedio anual de los últimos 5 años de 9.5%”, señaló.
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Rafael Zacnich, gerente de estudios económicos de Comex, consideró que “cifras preliminares al mes de junio, darían cuenta de una caída entre el 2% y 3%, a pesar de que las exportaciones mineras acumularían un crecimiento del casi 4%; mientras que las del agropecuario crecerían casi 7%”.
“Debemos tener en cuenta que entre las exportaciones mineras y las agropecuarias se concentra poco más del 70% de nuestras exportaciones totales; sin embargo, el menor dinamismo de estos envíos, cuyas tasas de crecimiento no se comparan a las de años anteriores, así como la fuerte caída que venimos experimentando en envíos del sector petróleo y derivados, pesquero, químico y textil, vienen afectando el desempeño del sector exportador”, puntualizó.