Después de la lluvia, siempre se espera una fuerte sequía. Al menos así proyectan los productores agrarios del norte, preocupados al ver que el agua que abunda desde hace algunos meses -a causa del ciclón Yaku y un El Niño débil- no se captará para próximas campañas agrícolas. Según información del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), los principales ríos de Tumbes, Piura y La Libertad están en nivel de peligro por las persistentes precipitaciones, mientras que los reservorios están a más del 80% de su capacidad de almacenamiento.
El mapa del Senamhi (ver aquí), al 17 de abril, reporta que en Piura, el reservorio de Poechos está a un nivel de 84% de su capacidad, y San Lorenzo sobrepasó su tope con un 104%. En Lambayeque, Tinajones se encuentra al 87.4% de su capacidad máxima; mientras Gallito Ciego en La Libertad bordea el 100%.
Sin embargo, no todo sería agua. “Se estima que el 40% de los reservorios está lleno de lodo, es decir, colmatado. Luego de 30 años, ya no almacenan ni la mitad del agua con el que iniciaron”, afirmó Eduardo Contreras, gerente general de la Confederación Nacional de Juntas de Usuarios de Agua del Perú (Conajup).
Pero, ¿Quién opera estas infraestructuras? Son varios. En el caso de Poechos, es el proyecto Especial Chira-Piura, adscrita al Gobierno Regional de Piura; en Tinajones es el Proyecto Especial Olmos Tinajones; con Gallito Ciego el Proyecto Especial Jequetepeque Zaña a cargo del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri); finalmente, San Lorenzo, es administrado por la Junta de Usuarios del Sector Hidráulico de Riego, sin embargo -anota Contreras- ni el Gobierno Nacional, ni local ni las Juntas pueden evitar la colmatación, por lo que en los últimos años se optó por levantar el muro de los reservorios, pero “en algunos casos, ya no se puede volver a hacer”.
Por eso, dice Contreras, propusieron al actual Gobierno -hace cinco meses- una reestructuración del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego en el ámbito hidráulico. La Confederación determinó que existe duplicidad de funciones sin un ente rector que se haga cargo de la limpieza.
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Por un lado, AgroRural se encarga del revestimiento de la infraestructura, y en el afianzamiento, estaría tanto AgroRural como Sierra Azul. Conajup ha propuesto también que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y el Programa Subsectorial de Irrigaciones (PSI) se fusionen en una misma unidad de riego y conducción para reducir los gastos administrativos y se ejecuten más proyectos.
En esa línea, el representante menciona que ‘la mejor’ alternativa es construir más reservorios: “descolmatar nos cuesta entre US$ 15 y US$ 20 el metro cuadrado, construir uno nuevo cuesta entre US$ y 4 y US$ 6 el metro cuadrado”, estimó.
Tumbes perderá el agua de las lluvias
Tumbes, la región en emergencia nivel 5 que podría unirse al paro convocado por Piura, sigue registrando pérdidas económicas a medida que pasan los días. Su comercio transfronterizo, que representa el 70% del movimiento económico de la región, está a un nivel del 10% desde que se asomaron las primeras lluvias por el ciclón Yaku, dijo Jesús Risco, presidente de la Cámara de Comercio de Aguas Verdes.
Según datos del gobierno Regional, Tumbes ya habría perdido más de 3,000 hectáreas de cultivo. Y si bien ahí la agricultura es un sector importante, no cuenta con reservorios a diferencia de Piura y Lambayeque. Risco lamentó que, desde el 2017, no se hayan implementado obras de prevención. Cabe indicar que, en el último fenómeno El Niño, la región perdió 25 mil metros de canales agrícolas.
“Se invirtió en estudios para hacer realidad la presa Faical-Zarumilla y Cazaderos, y no se ha hecho nada. Por meses tenemos agua abundante que se va al mar cuando en otras temporadas tenemos problemas hídricos”, cuestionó Risco.
Ambas propuestas se integraron al Proyecto Binacional Puyango-Tumbes, adscrita al Midagri y creada hace mas de 50 años, sin embargo, aún no cumple sus objetivos para la cual fue creada: regular los caudales, controlar las inundaciones, y proteger las áreas agrícolas mediante el manejo de cuenca. En 2022, dicho proyecto tuvo un presupuesto de más de S/ 78.2 millones. Para este 2023, se ha destinado S/ 63 millones de los cuales se ha ejecutado el 40% en lo que va del año; enfocado principalmente en la creación de la defensa ribereña margen izquierda y para gestión de proyectos.
Según Contreras, gerente general de la Confederación Nacional de Juntas de Usuarios de Agua del Perú (Conajup), el problema radica en la “pobre interacción con el Ecuador para arribar a la mayoría de proyectos, entre ellos, la descontaminación del río Tumbes”. Y es que con el país vecino se firmó, en 1971, un convenio para el aprovechamiento de las cuencas Hidrográficas Binacionales de los Ríos Puyango – Tumbes y Catamayo – Chira.
No obstante, según una nota de prensa del Midagri publicada en marzo último, desde el 2019 no se ha realizado ninguna actividad de la Comisión Binacional Permanente para la administración del Canal de Zarumilla y la utilización de sus aguas, debido a la falta de designación de un operador por parte del Ecuador, “lo cual pone en riesgo la infraestructura, estando expuesta a deterioros”.
Cabe indicar que Perú, en el 2017, facilitó al Ecuador la posibilidad de construir una presa en Marcabelí (Ecuador) para almacenar 1,400 millones de metros cúbicos de agua. En contraparte, Perú presentó el proyecto Cazaderos que permitiría almacenar 3,400 millones de metros cúbicos de agua, pero sin avances concretos.
Solo a través del Gobierno Regional de Tumbes, se prevé destinar este año un presupuesto de S/ 7 millones para la creación del servicio de contención en el sector Pampa Grande; y para el servicio de contención de la margen izquierda del río Tumbes, ante el peligro de inundaciones, en el sector Malví, unos S/ 4 millones.
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