
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que desde el 2 de abril se impondrá un arancel del 25% sobre los vehículos importados. Pese a que el Perú no es exportador de automóviles, sí participa en la industria de autopartes y es un fuerte importador de vehículos, lo que podría generar tanto riesgos como oportunidades.
Con esta nueva política, la tarifa arancelaría ahora subiría de 2.5% a 27.5%, afectando principalmente a México, Japón, Corea del Sur, Canadá, Alemania y Reino Unido. En tanto, los autos eléctricos chinos pasaran de tributar del 100% al 125% en Estados Unidos.
De acuerdo con ComexPerú, las principales fuentes de importación de vehículos para Estados Unidos son México (33%), Japón (16%) y Corea del Sur (14%), seguidos por Canadá (13%).
En caso de que los aranceles sean aplicados sin excepciones, estas economías podrían ver afectadas sus exportaciones y, por lo tanto, generar distorsiones en la cadena de suministro global.
“Si la medida se implementa como se ha anunciado, sin excepción alguna, entrarían a competir por precios. Pero, si hay excepciones para algunos países, podría haber una desviación de comercio de determinadas casas matrices de automóviles. Habría que pensar en los efectos en mediano o largo plazo para ver si las empresas se reacomodan o empiezan a invertir en otros países que no tengan esa aplicación de aranceles”, comentó Rafael Zacnich, gerente de Estudios Económicos de Comex Perú, a Gestión.
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¿Perú forma parte de la cadena de suministro?
El Perú tiene una presencia limitada en el mercado de autopartes, especialmente en los envíos a Estados Unidos, pero esto complicaría aún más las posibilidades de crecimiento del sector.
Según datos de la Comisión de Comercio Internacional (USITC), solo el año pasado se exportaron cerca de US$ 28.85 millones en autopartes desde Perú a Estados Unidos, principalmente parabrisas, vidrios y ventanillas para automóviles.
De hecho, precisó el especialista de ComexPerú, solo en vidrios de seguridad -que tiene en cuenta las exportaciones del insumo no solo para automóviles, sino también para aeronaves y otros-, se envían casi US$ 65 millones a Estados Unidos.
“Es una participación pequeña si consideramos que Estados Unidos demanda más de US$ 90 mil millones en autopartes y que México le abastece con más del 40%, pero quizás pueda generar una posible afectación a las empresas peruanas que colocan sus productos allá”, señaló Zacnich.
Una de las empresas peruanas dedicadas a este rubro, AGP Group, recientemente anunció el cierre de su sucursal en México debido a la cancelación de un contrato con Tesla y la incertidumbre generada por los aranceles.
Si bien la aplicación de estos aranceles preocupa, Zacnich consideró que si solo se enfocan en los países de mayores envíos, podría haber una ventana de posibilidades para generar nuevas inversiones en el sector, que también fabrica trenes de rodamiento, parachoques, y silenciadores y tubos de escape.
“Pongámonos en el escenario de que este arancel se aplica a los países a, b, y c. Los inversionistas podrían ver una oportunidad en otros países que no se les aplique ese arancel, pero ya será una decisión netamente comercial”, resaltó.
A parte de los vidrios de seguridad, en el Perú se fabrican otros insumos para la industria automotriz, como retenes y cables, aunque en menor escala, resaltó Karsten Kunckel, presidente de la Asociación Automotriz del Perú (AAP).
El país también es un importante exportador de las materias primas que se utilizan para los vehículos electromecánicos, como el cobre, oro, plata, plomo y zinc.
“No solo debemos exportar insumos para los vehículos, sino que debemos ampliarlo. Tiene que haber más fabricación del sector automotor para que también las plantas o las marcas se interesen en instalar una planta de ensamblaje acá en el Perú. Para eso primero necesitamos tener una industria de insumos para el sector automotor”, sostuvo Kunckel.

¿Los precios de los vehículos subirían o bajarían?
Una de las principales preocupaciones es el efecto que los aranceles tendrán en la oferta y demanda de vehículos a nivel global. Esto, indican, definitivamente elevaría los precios de los vehículos en Estados Unidos, pero ¿podría alterar los precios en el Perú?
Para Zacnich de ComexPerú, si la medida se implementa como se ha anunciado, se podría ver una competencia en los precios, pero aún es incierto para el mercado peruano.
“Si existiese la demanda equiparable (de Estados Unidos en Perú), probablemente podríamos tener vehículos rematados. Pero, el mercado automotor peruano, si bien ha crecido respecto al año pasado, no existe la seguridad de que vaya a poder absorber esos vehículos que no estarían siendo comprados en Estados Unidos”, explicó.
Para Kunckel de la Asociación Automotriz, la medida podría llevar a que las marcas automotrices prioricen mercados emergentes como el peruano.
“Las marcas se van a concentrar más en países que no tengan aranceles, entonces van a ponerle más interés a los países emergentes donde todavía hay un mercado potencial de crecimiento y probablemente eso signifique también mayor competencia y mayor presencia en el mercado”, refirió.
Incluso, resaltó Kunckel, la oferta de autos eléctricos chinos podría redirigirse a mercados emergentes como el Perú. Esto, consideró, debería ser aprovechado para fomentar el chatarreo de la flota antigua y reemplazarla por vehículos nuevos electrificados como los híbridos y los totalmente eléctricos.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres, con experiencia en radio, tv y web. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.