Pese al impacto de la pandemia del coronavirus en gran parte de los sectores industriales, el grupo de Alimentos y Bebidas logró evitar la caída tras experimentar un crecimiento de más de US$ 775,500 millones durante el 2020.
En dicho contexto, se estima que las firmas del sector mantengan mayores oportunidades de crecimiento para la época post pandemia, con tres tendencias clave que marcarán la agenda del consumidor de la “nueva normalidad”.
1. Productos “plant-based”
El segmento de productos “plant-based” o veganos tuvo un valor de mercado estimado en US$ 30,000 millones en 2020, con un crecimiento anual del 12% en promedio al 2027. Entre los principales motivos de consumo están: mejorar la salud digestiva, sentirse mejor y sostenibilidad ambiental o animal, según un estudio de Innova Market Insights citado por la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer).
En Estados Unidos, el 40% de las ventas se basan en alternativas a la leche; 28% a otros lácteos; y 19% sustitutos de la carne, entre otros. Se sabe que esta clase de productos está liderando el desarrollo de más categorías de mercado y en un mayor número de países, por lo que se convierte en una opción a tomar en cuenta para los empresarios.
2. Salud inmunológica
El mercado de productos orientados a la salud del sistema inmune tuvo un valor de mercado estimado en US$18,000 millones en 2020, con un crecimiento proyectado del 7.4% anual en promedio a 2027, cuando alcance cerca de US$ 29,000 millones.
Según Procomer, este segmento, que ya era dinámico antes de la pandemia, ha evolucionado por el contexto de la crisis ya que el consumidor busca alternativas que puedan fortalecer sus defensas y prepararle mejor ante algún eventual padecimiento o contagio.
El 54% de los consumidores globales indican que, debido a la pandemia, han invertido tiempo en educarse sobre ingredientes que pueden fortalecer su sistema inmune.
3. Bienestar funcional
La pandemia ha generado tensión en un consumidor estresado y ansioso, con espacios más limitados para el esparcimiento social y ejercicio. Esto le ha volcado a buscar productos funcionales que aporten bienestar, más allá de aspectos físicos tradicionales, también en un espectro emocional y psicológico. En este contexto, productos específicos para dormir mejor, relajación, energizantes y otros satisfacen estas necesidades.
Asimismo, se debe tener en cuenta que 4 de cada 10 de los consumidores considera que los fabricantes alimentarios no han logrado responder bien ante la crisis generada por COVID-19, ya que no encuentran aún productos que les aporten el valor agregado específico que requieren bajo este contexto.
Otros temas que marcarán la discusión en las estrategias de desarrollo y recuperación en las empresas estarán ligados a cuáles serán los productos amigables con el medio ambiente, el desarrollo del “hometainment” y la nueva experiencia de consumo desde casa, dónde y cómo comprarán los consumidores y qué bienes llegaron para quedarse, según Procomer.