Ante la reciente disolución de la Cooperativa de Ahorro y Crédito AELU (Aelucoop) en perjuicio de muchos ahorristas, cabe preguntar, ¿qué se debe priorizar para preservar la “salud” del sector dedicado a las microfinanzas?. Juan José Marthans, director del área de Economía del PAD Escuela de Dirección de la Universidad de Piura, no señala tres acciones para preservar la integridad financiera de es tipo de instituciones.
Trabajo preventivo
Según Marthans, el Banco Central de Reserva (BCR), la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) y el MEF deben anticiparse y ejecutar acciones que puedan surgir como una respaldo a las microfinancieras, pues el escenario y entorno macroeconómico del Perú tiende a deteriorarse.
En ese sentido señaló que, si bien se han hecho esfuerzos orientados al fortalecimiento patrimonial de las microfinancieras, estos no serían suficientes para afrontar la coyuntura, pues capitalizaría más a entidades que posiblemente deterioren parte de la calidad de sus activos .
“Este es un problema que hay que atacarlo desde la capacidad de servicio de los emprendedores y los sujetos a crédito del sector microfinanciero. Si la capacidad de servicio financiero se deteriora y la morosidad sube parte de la capitalización con los programas de fortalecimiento que se han anunciado podría verse entrampados. (...) Si es que no se establecen los mecanismos para que esto sea adecuadamente conducido podrían haber problemas”, indicó. ”, manifestó.
Evaluar renovación de programas
Ligado al punto anterior, también se mencionó que es necesario la renovación de programas como Reactiva Perú o FAE-Mype con el fin de dar un “respiro” adicional a los pequeños empresarios del país.
“Cuando estos instrumentos tiendan a desactivarse se va a sincerar la real capacidad de servicios de deuda financiera de muchos de los microempresarios del país. Ante ello, se deterioraría de la calidad de crédito del sector de microfinanzas, explicado por entorno macro a deteriorarse y los programas de respaldo desactivados”, indicó.
Fomentar competencia
Respecto a este punto, señaló el economista, las entidades del sector microfinanciero no disponen de la infraestructura en contraste a los grandes bancos del país, como, por ejemplo, en temas de digitalización, lo que no les permiten ahorrar ciertos costos. Asimismo, su margen de acción es limitado respecto a las restricciones a sus clientes.
En ese sentido, indicó que mecanismos como “Open Banking” serían oportunos. Este consiste en otorgar capacidad de decisión al cliente del sistema financiero cuando, al momento de haber un traslado de una entidad a otra, esto sea con todo su historial crediticio que disponían en la entidad financiera que han decidido dejar.
“Esto es importante, porque esa información le pertenece a cada usuario y hasta ahora las entidades financieras en el Perú no han compartido esa información. Los grados de libertad que tienen las microfinancieras son limitados, al tener la información del historial crediticio del cliente, estas tienen mayor capacidad de análisis. Es un punto crucial para motivar competencia en el país”, afirmó Marthans.