El pasado 31 de enero el Gobierno dispuso la paralización de las actividades operativas de carga y descargas de hidrocarburos en el mar peruano de la Refinería La Pampilla, operado por Repsol, a fin de evitar nuevos derrames de petróleo como el ocurrido el 15 de enero y que ha dejado contaminado al menos 24 playas de la costa del país, según el último reporte de la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (DIGESA), adscrita al Ministerio de Salud (Minsa).