Perú se enfrenta a una segunda vuelta electoral en la que se disputarán la Presidencia los candidatos Pedro Castillo (Perú Libre) y Keiko Fujimori (Fuerza Popular) el próximo 6 de junio
En esa línea, la consultora Thorne & Associates analizó los riesgos económicos frente a la propuesta de Pedro Castillo.
El informe indica que el pensamiento de Castillo en lo económico se acerca a lo vivido en el primer mandato del expresidente Alan García.
“Con Alan García hubo un gran crecimiento hasta 1987 y luego un desplome a partir de 1988, de hecho, el crecimiento de los primeros dos años fue sostenido artificialmente por el mayor déficit fiscal”, sostiene el documento.
Agrega que las políticas de ampliación del déficit fiscal suelen generar inflación, en tanto el deterioro de las expectativas de inflación llevó al aumento de precios a cifras de cuatro dígitos, cuya mayor parte estuvo ligado con el control del Ejecutivo sobre el Banco Central (emisión inorgánica o ‘maquinazo’).
Detalla que el Perú de 2021 es en esencia distinto al de 1985 y sin un cambio constitucional (inviable) no hay fundamentos para una hiperinflación.
“La enorme brecha de producto con García generó presiones inflacionarias; hoy esta brecha es negativa. Asimismo, el Banco Central ha logrado, en general, mantener las expectativas de inflación ancladas”, se precisa.
Señala que con la institucionalización del Banco Central, el país logró tener una entidad que controla los shocks cambiarios e inflacionarios de manera extraordinaria. Explica que las reservas internacionales netas se multiplicaron por 9 desde inicios del 2000, lo que otorgó una importante flexibilidad al Banco Central para suavizar los shocks cambiarios.
El documento alerta que el principal impacto de un eventual Gobierno de Castillo sería en el sector real, con una depresión de las expectativas, inversión, empleo y consumo.
“El consumo privado inicialmente creció por el artificial estímulo fiscal de García, pero luego se desplomó. El caso de la inversión privada fue análogo y en 1990 llegó a un nivel similar al de 1979″, refiere.
De igual manera, indica que el impacto en los mercados de la amplia ventaja de Castillo en las encuestas ha sido significativo y descuentan mayores riesgos político y cambiario.