La informalidad en Cusco alcanza una tasa del 82.5% convirtiéndose en el noveno departamento con mayor informalidad del Perú, por encima incluso de la tasa de informalidad nacional, advirtió Comex en su último boletín semanal.
"A pesar de recibir cada vez más visitantes, la recaudación tributaria en el Cusco no sigue la misma tendencia. Salvo en 2017, cuando la recaudación por Impuesto a la Renta en esa región dio un salto significativo y superó S/ 800 millones, la tendencia muestra una correlación negativa con el ingreso de turistas", argumentó el gremio. (Ver gráfico)
En esa línea, recordó que Cusco es un departamento principalmente minero, casi el 50% de su PBI está compuesto por la extracción de minerales, gas y petróleo; seguido, aunque muy de lejos, por el sector servicios, con el 12.5%, y el sector comercio, con el 7.1%.
"Esto demuestra que aún queda mucho trabajo por hacer para posicionar al turismo como una fuente interesante de crecimiento y desarrollo para la región. De hecho, según el Banco Central de Reserva del Perú, a pesar de la gran oferta turística que el Cusco posee, los distintos conflictos sociales que aún se presentan en la ciudad está afectando esta actividad", advirtió.
Una prueba de ello, en opinión del gremio es la situación del transporte hacia Machu Picchu que presenta "un grave problema de obstaculización, debido a la informalidad creciente, baja institucionalidad y nula acción del Gobierno; que afecta no solo la seguridad de los turistas, sino nuestra cara frente al mundo".
Así, Comex consideró que diversificar las fuentes productivas en ciudades como Cusco debe estar en agenda. "Es claro el potencial que tiene este departamento para generar desarrollo y bienestar en torno al turismo, y depende en buena parte del Estado lograrlo", dijo.