En un contexto de desaceleración del PBI, reflejado en su crecimiento de 1.72% en diciembre del 2021, con respecto al mismo mes del año previo; con latentes tensiones desde el gobierno central que generan incertidumbre, y con expectativas sobre el crecimiento de la inversión en terreno nulo o negativo, ¿habrá más aumentos de la tasa de referencia luego de la última alza a 3.50%?
El economista Pablo Secada señaló que se debe tener presente que el Banco Central de Reserva (BCR) tiene como objetivo la inflación y no la actividad económica. En ese sentido, indicó que, a pesar de que se ajuste o no la tasa de referencia, lo que se espera para la economía este año pasaría más bien por problemas en la confianza y productividad, no por los tipos de interés de corto plazo.
“Se espera que los impulsos desde lo fiscal se moderen este año (haciendo referencia al gasto corriente en bonos), por lo que la política monetaria iría un poco contracorriente en el actual contexto. Sin embargo, si se anuncian reformas que impulsen la productividad (infraestructura, innovación, etc.) esto gatillaría mayor confianza de los agentes económicos y, por ende, impulsar la inversión. Hoy la inversión está parada no porque las tasas estén subiendo, sino por cuestiones de confianza, la cual está mermada”, afirmó.
Mario Guerrero, subgerente de Economía del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, señaló que se debe tener en cuenta que los costos de financiamiento están aún bajos y que, como reflejo de ello, actualmente la mayoría de las tasas activas (de préstamos) están por debajo de sus promedios históricos.
“Esto indica que las empresas aún pueden absorber las mayores tasas y continuar con la recuperación económica. Es decir, no sería un factor limitante. Lo que suceda con la economía va más allá del costo de financiamiento, pues está más relacionado con la visión de la economía que tienen los agentes a mediano y largo plazo, lo cual se vincula a fuentes de incertidumbre como la política”, indicó.
El profesor de Economía de la Universidad del Pacífico, Jorge Gonzales Izquierdo, señaló que, en la medida que la inflación subyacente (aquella que no contempla combustibles ni alimentos) continúe con su disminución en febrero y marzo, y que las expectativas de inflación a dos a tres años no superen el 3%, el BCR debería tomar una postura más laxa en la política monetaria.
Asimismo, indicó que, si por motivos de inflación el BCR va a seguir ajustando la política monetaria haciéndola tender una posición contractiva, la política fiscal no debería tomar esta postura también.
“Lo que suceda con la política macroeconómica es preocupante, pues la fiscal ya es contractiva desde el 2021. Con el último aumento en la tasa de referencia ya está entrando, en mi opinión, a una posición contractiva, en medio de una recuperación incompleta y débil de la economía (haciendo referencia al PBI, empleo e ingresos). Más movimiento en tasas aportarían negativamente al escenario”, afirmó.
Marco Contreras, head de Research en Kallpa SAB, señaló que, si bien el objetivo es el control de la inflación, un aumento de las tasas más acelerada sí sumaría al escenario de una economía peruana baja este año. “Esperamos que el BCR siga aumentando tasas y posiblemente se ubique en 4.50% hacia el final del año. Sin embargo, contemplando que existen otros factores relevantes, de esperarse un aumento más pronunciado podría hacer que los estimados de crecimiento corrijan a la baja”, indicó.
Una de las tasas más bajas de la región
Contreras señaló que, dado que Perú es una economía con grado de inversión y buen manejo macroeconómico, mantiene su “atractivo” frente a otros países de la región a pesar de tener una menor tasa de referencia. “Lo que se debería comparar más bien es frente a otros países emergentes con el mismo nivel de riesgo que Perú. A nivel regional podría ser Chile, pero este tiene mucho mejor calificación crediticia que Perú”, afirmó.
Secada indicó que, para el caso peruano, el vínculo entre el aumento de la tasa de referencia y la atracción de capital es marginal. “En Perú no se ha desarrollado un mercado de dinero, pues se ha evitado escenarios en que el se deba contener de manera importante a fondos internacionales pegándole al sol. Lo que hay, por ejemplo, es un mercado de deuda soberana en soles, pero este se mueve por las tasas de mediano plazo”, indicó.